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VÍCTOR GUILLERMO DUEÑAS PORRAS A CIEN AÑOS DE SU NATALICIO. Por: Américo Murillo Londoño- Mis memorias

Hace algunos meses, por este medio periodístico, el Manduco y a través de mi Face, publiqué dos columnas, sobre la vida artística y deportiva de mi dilecto amigo Víctor Guillermo Dueñas Porras y hoy que se cumplen cien años de su nacimiento, a manera de reconocimiento u homenaje póstumo a su legado, evoco la sonoridad de su guitarra y debo confesar que la nostalgia me entristece; porque en Quibdó, ya no se encuentran guitarristas de su talla.

Por lo anterior, va mi exhortación a los profesores de música de los colegios, que han priorizado en instrumento de la chirimía, que también orienten a sus estudiantes a incursionar en el aprendizaje de los instrumentos de cuerda.

En efecto un día 5 de noviembre como hoy en 1925, nació Víctor Dueñas Porras “Viguidú”, en el Barrio Roma de Quibdó, en la casa materna ubicada detrás de la Catedral San Francisco de Asís, entre las carreras primera y segunda; sus padres fueron Jesús Antonio Dueña Casas y Camila Porras Caicedo. Víctor era el menor y único varón de los hijos de Camila Porras, posterior a Esperanza, Mercedes, Magdalena (Mangú) y Josefina (Chepa”)

Víctor Dueñas fue un guitarrista que llegó a la excelencia; como también en el fútbol y basquetbol, disciplinas deportivas éstas, en las que representó al Chocó, en varios torneos nacionales. Víctor aprendió la ejecución de la guitarra de Marcelino Caicedo Martínez, el esposo de su sobrina Merceditas, hija de Mercedes, una de las hermanas, antes anotada.  Marcelino a su vez, había aprendido a tocar guitarra desde muy muchacho, a unos cubanos que laboraban en el Ingenio Azucarero, de propiedad de la firma Abuchar & Meluk, que funcionó en Sautatá, en el bajo Atrato, donde su padre Manuel Caicedo, apodado como “Machina”, era el Jefe de Mecánica.

Víctor Dueñas en plena etapa de la adolescencia, en 1942 es enviado a Istmina para estudiar Mecánica Automotriz, en la Escuela de Artes y Oficios, la cual iniciaba también con ebanistería, sastrería y metalmecánica. Es valedero anotar que para aquella época en Quibdó, no existía aún la Escuela Media de Artes y Oficios Mariano Ospina Rodríguez, que sólo abre sus puertas en 1950.

Sus medallas conservadas por su familia, campeón en los años 50 en torneos nacionales, medalla honor al merito

En Istmina, Víctor establece una estrecha relación de amistad con Gastón Guerrero, quien a  posteriori fue cantante, guitarrista y director del reconocido Trío los Isleños, también interactuaba con otros personajes de la región en tertulias musicales, entre los cuales figuraba Eladio “Quiquí” Blandón que también era estudiante de la Industrial y más tarde se anexa a ese grupo, Ignacio ”Chagualo” Hinestroza, para ese entonces era un aprendiz, que con el paso del tiempo se convirtió en Director del famoso Trío Montecarlo de la ciudad de Cali. Considero pertinente anotar, que Chagualo, había emigrado desde su natal Tadó a Istmina con sus padres, con ocasión al pavoroso incendio que consumió una buena parte de la población el día 16 de julio de 1941.  

Después de terminar estudios en Istmina, Víctor es enviado a la Ciudad de Medellín, a efectos de culminar el ciclo de Mecánica Automotriz, en la hoy denominada Institución Universitaria Pascual Bravo. Terminado sus estudios en Medellín regresa a Quibdó, donde no puede ejercer su profesión, habida consideración a que en nuestro medio no se contaba con grandes o medianas empresas industriales o fábricas que le permitieran su accionar.

Por lo anterior le tocó a Víctor Dueñas, trabajar como servidor público, en actividades técnico contables, durante muchos años y con esa experiencia, una vez reglamentada la profesión del Contador Público, mediante Decreto Legislativo 2373 de 1956, Víctor fue certificado como Contador Público Juramentado, por la Junta Central de Contadores de Colombia.

Con las agrupaciones folclóricas del Chocó

Víctor Dueñas alternaba su actividad laboral con la música, el futbol y el basquetbol, que lo apasionaban enormemente. Fue integrante de la Selección Chocó, en varios torneos de basquetbol como en Cali en 1950. También en futbol en 1951, 1952, 1956 y entrenador de la Liga de Futbol del Chocó en 1970.

 Víctor fue quizá, el primer futbolista Chocoano que tuvo fundamentación en ese deporte, enseñado por el técnico Argentino Alfredo Paternoster, cuando estudió en Pascual Bravo; lo que se explicaba en la técnica en conducir el balón, pasarlo al compañero, tirar al arco, cabecear, driblar, parar el esférico con el pecho, etc. Vale destacar que Víctor, sin cumplir 16 años de edad en 1941, fue convocado en la Selección de Chocó, para un campeonato en Bucaramanga.

Con sus amigos de tertulias musicales, organizó un grupo que se denominó “Conjunto Musical La Timba”, que interpretaban géneros musicales diversos, como boleros, composiciones regionales, guarachas y sones cubanos, con mucho profesionalismo y calidad nítida; razón por la cual ganaron fama bien merecida en Quibdó, de tal forma que su presencia era requerida para animar fiestas de matrimonio, reuniones sociales y actos de carácter oficial organizado por las autoridades locales.

Bajo la dirección de Víctor, Fueron cofundadores de La Timba, los siguientes guitarristas: Luis “ Cayayo” Rentería, Francisco “Pacho” García, Rodríguez, y Rafael Baldrich Andrade, en la tumbadora estaba Euclides Pacheco Mena, los timbales los tocaba Vistinio “Papito” Asprilla Paz, en las maracas estaba Euclides Lozano Lemus, que se alternaba con Gabriel Valencia Conto, los vocalistas fueron Jorge E. “Papito” Dueñas, y Oscar Coutin Garrido “Oscug”. Ocasionalmente se unía a la agrupación con el clarinete, Armando Murillo Mena.

En un homenaje al lado de Armando Valencia y otros.

Víctor Dueñas tuvo figuración como guitarrista, en la primera cinta cinematográfica rodada en Quibdó en 1963, llamada “Tierra Amarga”, dirigida por el Cubano Roberto Ochoa, con guion de Manuel Zapata Olivella, que pretendía mostrar la explotación minera en el Chocó. Es bueno recordar que el contenido del largometraje, fue fuertemente criticado por un gran sector de la población, por mostrar un modo de vivir y costumbres del Chocó, muy alejadas de la realidad.

Tuve la oportunidad de conocer y tratar a Víctor Dueñas, siendo él, Revisor Fiscal de la Electrificadora del Chocó, y yo, un estudiante universitario, la conexión fue a través de Nelson Murillo, mi amigo y pariente, que también trabajaba en la Electrificadora, quien me llevó por primera vez al punto de encuentro de guitarreadas en el Barrio Niño Jesús, en la tienda de la señora Ángela Calle.

Víctor Dueñas fue un prolífico compositor de guarachas, ritmos regionales como “El Chingo”, y boleros de un contenido sentimental, como poético, tales como:  Ven, Testigo de Amor y Muchachita Loca, éste último tema fue grabado por el Trío Monte Carlo.

Generalmente concurrían a las guitarreadas al igual que el suscrito, Oscar Coutin Garrido ”Oscug”, Alberto Rengifo “Chuculí”, Euclides Pacheco Mena, Eladio ”Quiquí“ Blandón, Lubín Torres, el profesor Armando Valencia, William Bechara Mendoza, Augusto Lozano Asprilla, Gerardo Rendón, Nelson Murillo, Manuel Santacoloma “Manemane”, Carlos Bechara “Malimeño”, Moisés Mosquera y Medardo Gutiérrez.

Víctor Dueñas contrajo matrimonio Con Filomena Cañadas Moreno, de cuya unión nacieron: Camila del Socorro, Martha Lucía, Elvis Antonio, Maristela y Mirtha. Además de sus hijos de matrimonio, Víctor fue el padre de Víctor Hernán “Vitucho” Dueñas Córdoba, Victoria, Carlos y Silvio Dueñas Flores y Tania Dueñas Ayala.

Víctor, falleció en Quibdó un 19 de septiembre de 1991, su velorio y sepelio fueron muy concurridos y el día de su última novena, como homenaje póstumo sus amigos, le cantamos una sentida serenata, donde se interpretaron sus composiciones musicales.

Quibdó, noviembre 5 de 2025

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