Año 1969, egresados Colegio Carrasquilla.
Diomedes Londoño, Petronio Mosquera, Humberto Ayala Hernández, Marino Mayo, Amancio Dueñas, Leonardo Valois, Bismark Ayala, Harry Díaz,Sócrates Vivas, Sebastián Sánchez, Negro Chompa, Julio Rojas, Demetrio Abuhatab, Daisy Ricard, Ricaurte Maquilon, Víctor Klinger, Romulo Palacios, Guillermo Parra.
Cuando termine mí primaria en la Escuela Anexa a la Normal Superior Para Varones, mis anhelos eran ingresar al Glorioso Colegio Carrasquilla, porque soñaba ser Doctor en Derecho y Ciencias Políticas, pero como hijo de padres empobrecidos los recursos económicos no alcanzaban para realizarlo y la opción era continuar en la Normal, para convertirme en Maestro que tampoco me disgustaba.
Inicie mis estudios secundarios en mí Normal amada, pero a pesar de ser un brillante estudiante como lo pueden corroborar mis condiscípulos, quien diga lo contrario ya sabe ( Le rayo la madre )
se me presento un inconveniente, que estuvo a punto de truncar mí deseo de ser Maestro.
La historia inicia así, cómo desde pequeño me gustaba y me tocaba trabajar, vendía envueltos, pasteles, carimañolas, masiita fritas, empanadas y todos los vendajes que mí mamá se inventaba, cuando fui creciendo hacía camarones ( cargar plátano ó mercados ) desde el puerto platanero hasta cualquier barrio de Quibdó, el más lejos, San Judas Tadeo.
Trabaje construcción como aguatero y termine como recoge botellas y mesero en Piamonte ( donde las clavijitas incrementaban lo poco que nos pagaban ) lo que me permitió comprar mis primeros pantalones en Dacron y unas cuantas camisitas.
Un fin de semana invite a mí novia a qué me acompañara y entre atención y atención nos metieramos su bailadita, ella acepto, llegamos a Piamonte, separe mí mesa y me autoatendi, una gaseosa para ella y una cerveza para mí, la cuál solo, probaba para que no se acabara porque no habia para más, Piamonte estaba lleno y de pronto entro mí profesor de geografía é historia en la Normal, Mario Mena con su novia, una de las mujeres más hermosas de Quibdó en esa época, de apellido Paz.
En ese momento inicio mí tormento, porque el pretendía que yo le cediera la mesa y levantara mí novia de la silla, cómo siempre he tenido carácter, le dije profe yo le puedo ceder mí silla para que se siente su novia, pero la mía no se levanta de ahí, porque también está consumiendo.
El profe se enojo y me increpó, tratándome de atrevido, desagradecido y otras cosas más, se marchó furioso y me dijo que en la Normal nos vemos.
A partir de ese día mí vida de estudiante aplicado y estudioso en sus clases cambio, me preguntaba toda los días, cuando llegaba tarde ahí estaba la falla, teníamos clases en la mañana y en la tarde, correspondiendole, las primeras horas de la tarde a historia y geografía, cómo mí casa era en Tomas Perez y me tocaba irme a pie, casi todos los días llegaba retrasado, porque salíamos a las doce y regresábamos a las dos, además yo era el tercero de la lista después de Arango Cesar y Arenas Félix, cuando entraba corriendo y sudado al salón ya tenía la falla, conclusión perdí geografía é historia por inasistencia en 1966.
Solo me quedaban dos caminos, habilitarlas con él ó salirme de la Normal, opté por la segunda y desidi regalarme al ejército y volver con mí arma de dotación, pero Dios es más grande que Felipe Castro y puso en mí camino a mí padrino Hernán Palacios, que había regresado de Montería y estaba recién nombrado como Subsecretario de educación, quien me aconsejo y
convenció para que entrara al Carrasquilla y habilitará allá las dos materias.
Acepté el consejo y me matricule en el colegio de mis anhelos, habilite con el terror para los estudiantes nuevos, Humberto Ayala Hernández y gane las dos habilitaciones con el gran Bronco, que más tarde me di cuenta que había que escribir en los exámenes con lapicero azul para ganar las evaluaciónes, y, a su hermano Gentil Ayala Hernandez el gran Chiguanti, había que escribirle con lapicero rojo, para poder ganar, porqué el asi no las leía.
Por esa razón llegue a ser condiscípulo de los muchachos de la foto por un año, cuarto de 1967, pero como los tiempos de Dios son perfectos, en diciembre de ese año trasladaron a mí verdugo, Mario Mena a la Normal de Pitalito – Huila y en febrero volví a la Normal para cursar , quinto y sexto, graduandome en 1969, con mis condiscípulos de la anexa, cómo Copete Quinto José Maria, Pablo Perea, Willian Halaby, Nicomedes Bejarano, Rudecindo Castro, Evaristo cuesta, entre otros.
Por esa razón yo debí estar en esa foto, pero gracias a Dios y al traslado del profesor Mario, logré ser Maestro y contribuir con el desarrollo educativo del Chocó, lo que me hace sentir muy orgulloso.
Dios es grande y misericordioso.
Ustedes tienen la palabra.