
En 1958, se celebró en Bogotá, la IV Feria Nacional Agropecuaria, en la cual participó el Departamento del Chocó, en ese entonces era Gobernador el Dr. Demetrio Valdés Ortiz y Secretario de Agricultura el Agrónomo Demetrio Díaz Mena, quienes decidieron llevar junto en la delegación, un grupo folklórico para que en el Stand asignado a nuestro Departamento, se expusiera una muestra de las danzas y cantos tradicionales de nuestra tierra; para ello se escogió el conjunto organizado por el compositor Chocoano, Rubén Castro Torrijos, agrupación en la cual figuraba Víctor Dueñas, para integrar un trío con el profesor Abraham Rentería Salazar y Gabriel Valencia Conto
La agrupación contaba además con los vocalistas Pedro León (Perucho) Hinestroza y Lino Orejuela; figuraba también Heriberto Valencia y el bailarín de pasillo Laurencio Martínez, las mujeres estaban entre otras, Josefina Calle Garcés, Eloísa García Rodríguez “Maochí”, Ofelia Gamboa Arce, Rosa Moreno Agualimpia, Mingón Perea Rosero, Odilia y Zulia Rengifo Ayala. La Chirimía la conformaban: Pedro Serna, Oscar Salamandra, Daniel Rodríguez, Euclides Pacheco, Juancito Cuesta y Santiago Valoyes (Chacatás).
Asimismo Víctor Dueñas, como guitarrista tuvo figuración en el primer largometraje que se rodó en Quibdó en el año de 1963, “Tierra Amarga”, dirigida por el Cubano Roberto Ochoa, con guion de Manuel Zapata Olivella, que pretendía mostrar la explotación minera en el Chocó. El contenido de dicha cinta fue objeto de muchas críticas por parte de un gran sector de la población, por mostrar un modo de vivir y costumbres del Chocó, muy alejadas de la realidad.
Víctor Dueñas no se limitó a tocar la guitarra, sino que fue un prolífico compositor de guarachas, entre las cuales figura “Quibdó en verano”, ritmos regionales como “El Chingo” y boleros de un contenido sentimental casi que poéticos, como Ven, Testigo de amor, Muchachita loca, que si bien, no trascendieron tanto en lo público, fueron siempre cantadas o interpretadas por sus amigos de tertulias musicales, de los cuales solamente está vigente Carlos Rengifo Machado, quien fue uno de sus apreciados discípulos. Es preciso anotar que el tema” Muchachita Loca”, figura en un trabajo de larga duración grabado por el Trío Montecarlo.

VEN
Te fuiste cuando
Cuando menos lo esperaba
Cuando más yo te quería
Y que más necesitaba de tu amor
La incertidumbre me agobia
Y el dolor el dolor me está matando sin piedad
Siento que en mi soledad tú me acompañas
Pero yo moriré de esperar…
MUCHACHITA LOCA
Muchachita loca te he visto en mis sueños
Sonriente llegar a quitar
El velo de mis tristes noches
Muchachita loca
Fuente de mi ensueño
Quien pudiera hacerte suya
solamente y de ti ser dueño…
EL CHINGO
Yo tenía un chingo de cedro Andaguedeño
Me lo hizo un cholo en el Río Munguidó
No era muy grande tampoco era pequeño

Pero en mi tierra no había otro mejor
Pero paso que un día se rompió con una punta de palo que le dio
Allí acabó mi chingo ay por Dios
Que en todas estas orillas fue el mejor…
De otra parte vale destacar que ”Viguidú” fue un deportista, que en estos tiempos se podría catalogar como de alto rendimiento, fue integrante en varios torneos de la selección Chocó de basquetbol, como en Cali en 1950. También representó al Chocó en el futbol aficionado (Anteriormente se decía Amateur) en 1951, 1952, 1956, como lo acredita la medallería que se muestra en foto. Tuvo el honor de ser entrenador de la Liga de Fútbol del Chocó en 1970. Quizá fue Víctor Dueñas el primer futbolista Chocoano, que tuvo fundamentos del fútbol, inculcados por el técnico Argentino Alfredo Paternóster, cuando estudió en Pascual Bravo, en la ciudad de Medellín; por ello se explicaba su técnica en conducir el balón, pasarlo al compañero, tirar al arco, cabecear, driblar, parar el esférico con el pecho, etc. Vale anotar, que Paternóster fue el Técnico con el cual Atlético Nacional de Medellín, consiguió su primer título profesional en el futbol Colombiano.
Fue muy diciente, que “Viguidú” sin haber cumplido 16 años de edad, en 1941, hubiera sido integrante de la selección de futbol Amateur en Bucaramanga, tal como lo muestra la siguiente foto

Tuve la oportunidad de conocer y tratar a Víctor Dueñas, en mi época de estudiante universitario, a través de mi amigo y pariente Nelson Murillo, quien trabajaba en la Electrificadora del Chocó, donde Víctor se desempeñaba como Revisor Fiscal, cargo en el cual se jubiló. Nelson me llevó por primera vez al punto de encuentro para las guitarreadas en el Barrio Niño Jesús, en una tienda ubicada al lado del centro de salud, frente a la casa de la Cruz Teodora Denis. La propietaria del negocio se llamaba Ángela Calle.

En Frente de la tienda había un piso de concreto, donde generalmente concurríamos, a manera de ejemplo: Oscar Couttin Garrido (Oscug) Alberto Rengifo (Chuculí) Euclides Pacheco, Quiqui Blandón, Lubin Torres, Armando Torres, Augusto Lozano, Gerardo Rendón, Nelson Murillo, William Bechara Mendoza, Manuel Santacoloma (Manemane) Carlos Bechara (Malimeño) Moisés Mosquera y Medardo Gutiérrez.
Víctor fue un hombre apasionado por la lectura, desde enciclopedias, la revistas Life, Cromos, Selecciones del Reader’s Digest ,Vea, Condorito y otras. De allí la forma de expresarse en cualquier tipo de reunión. Víctor era además un hombre servicial con quien necesitara de su ayuda, tenía un crédito abierto en la reconocida tienda del Barrio Niño Jesús, denominada La Pradera, en donde le suministraban productos de la canasta familiar, a quienes por no tener que comer lo buscaban para pedirle ayuda. Había en esos tiempos una frase muy coloquial, utilizada por los mayores: “Tengo a Marco montado en el fogón”; ello significaba que en la casa había carencia absoluta de comestibles.
Contrajo matrimonio con Filomena Cañadas Moreno, de cuya unión nacieron: Camila del Socorro, Martha Lucía, Elvis Antonio, Maristela y Mirtha. Fue el padre de Víctor Hernán (Vitucho) Dueñas Córdoba, Victoria, Carlos y Silvio Dueñas Flores, como también de Tania Dueñas Ayala.

Víctor falleció en Quibdó, un 19 de septiembre de 1991, su velorio y sepelio fueron muy concurridos por cierto, y el día de su última novena como homenaje póstumo, le dieron una serenata muy sentida, se interpretaron sus composiciones musicales y allí estuvieron presentes, que recuerde entre otros, al Dr. Armando Torres, el profesor Armando Valencia, Manemane y Gerardo Rendón.
Quibdó, abril 5 de 2025