Quibdó 6 de octubre de 2025
Tomás De Aquino Moreno Palacios, fue uno de los periodistas más conocidos en el Departamento del Chocó, bastante polémico, defensor a ultranza del partido liberal y del movimiento liderado por el Dr. Diego Luis Córdoba. Nació en Cértegui en el año de 1913, fueron sus padres el comerciante Luis José Moreno y Adelina Palacios; en su pueblo natal hizo la primaria, la secundaria la inició en el Colegio Carrasquilla de Quibdó, pero su papá resolvió enviarlo a Medellín y matricularlo en la Normal Nacional de varones de esa ciudad, donde sólo estudió hasta el quinto año, en 1935.
Es pertinente anotar que el Parido Liberal Colombiano, para su Convención Nacional de 1919, cursó invitación al Partido Socialista Colombiano, para que 3 de los miembros de esa organización política, asistieran a esa reunión, para que hicieran una exposición de sus postulados; petición que fue rechazada con la observación, que si los liberales a bien lo consideraban, podían consultar en la Gaceta Republicana del PSC, sobre su plataforma política.
En 1930 el Partido Liberal Colombiano, que se había quedado rezagado, en proponer cambios estructurales en beneficios de la comunidad, inicia un proceso de renovación de su ideario político y para ello toma algunas de las tesis del Partido Socialista Colombiano, no obstante que dicho partido, tenía enormemente preocupado a una importante facción de reaccionarios del liberalismo, al Conservatismo y a la Iglesia en pleno, en razón a que el PSC, había aglutinado a sectores populares y a la fuerza sindical.
Es innegable que Partido Socialista Colombiano permeó al Partido Liberal, que adoptó estrategias para el impulso de la clase obrera, incorporación de un número importante de mujeres en el trabajo, etc. Más adelante esa identidad se refleja en las reformas sociales contenidas en el Plan de Gobierno de López Pumarejo, “La Revolución en Marcha”. Por supuesto que dichas ideas no fueron ajenas, en el liberalismo Chocoano, sin que ello significara que fueran unos conversos al Partido Socialista o apostatas de su condición de Liberales; como se ha querido vender de manera sesgada, la imagen, que dirigentes liberales del Chocó, para efectos electoreros, en el plano regional eran Liberales y en Bogotá se comportaban como socialistas.
Entre esos Chocoanos simpatizantes del programa del Partido Socialista, figuró Tomás de Aquino, que era un confeso admirador y seguidor de Trosky y de Semion Timoshenko, líderes de la Revolución de Rusia, en octubre en 1917. Tomás de Aquino bautizó a uno de sus hijos, con en el nombre de Atilio Timoshenko Moreno Paz, quien fue Alcalde Municipal de Buenaventura y Representante a la Cámara, durante varios períodos por el Partido Liberal, en el Departamento del Valle del Cauca.
Tomás de Aquino Moreno Palacios, desde su infancia mostró su talante rebelde de cuestionar razonadamente y tener claro el porqué de las cosas, era franco, y cuando era del caso en cierto modo llegaba hasta la irreverencia. Cuando Tomás de Aquino ingresó a la Normal de Medellín, se integró, a un grupo de estudiantes “Libres Pensadores”, vale decir, personas que no acatan a rajatabla los dogmas la Iglesia.
En una clase de Religión con el Capellán de la Normal, Félix Henao Botero, cuando éste, explicaba que conforme a lo dispuesto en el Catecismo del Padre Gaspar Astete, que,“Jesucristo nació milagrosamente del vientre de María, sin detrimento de su virginidad, a la manera que un rayo del sol, pasa por un cristal sin romperlo y sin mancharlo”, Tomás de Aquino sostuvo que contrario a lo que exponía el sacerdote, la Virgen María, después del parto de Jesús no podía haber quedado Virgen, afirmación que ocasionó un gran revuelo en la Normal, por ser los Antioqueños de una ferviente religiosidad, sobre todo en esa época.
En tiempos de la Semana Santa, concretamente el día viernes, los del grupo de “los libres pensadores” arriba mencionados, en un lugar público, uno de ellos, que no fue Tomás de Aquino, enterraron un Crucifijo para ver si como afirmaba la Iglesia, Cristo resucitaba. Tal hecho se conoció de inmediato por las directivas de la Normal de Medellín, que se escandalizaron por el gran impacto causado ante la comunidad, y se magnificaba la presencia de un estudiante de color de piel negra, y como el único estudiante negro que estudiaba allá, era Tomás de Aquino, sin la verificación del verdadero responsable, Tomás de Aquino Moreno Palacios, fue expulsado sin fórmula de juicio y en el imaginario colectivo quedó la creencia, que aquel, fue el autor material de haber enterrado el Cristo.
La noticia se propagó, tanto en Medellín como en el Chocó, inclusive se afirmó, que Tomás de Aquino había sido objeto de anatema o excomunión por la Iglesia; vale decir que no se podía comulgar ni participar en los sacramentos, sin embargo, en el archivo de la Parroquia de Quibdó, no había anotación al respecto, por ello sin ningún reparo u obstáculo, Tomás de Aquino pudo contraer matrimonio en la Catedral San Francisco de Asís el 26 de julio de 1942, con la educadora Visitación Murillo Coutin, con quien tuvo dos hijos, Tomás de Jesús y Carlos Uriel.
De regreso a Quibdó, Tomás de Aquino pudo conseguir un nombramiento como maestro, y después Inspector Escolar, cargo que posteriormente se denominó Supervisor de Educación, en ese contexto de la enseñanza fue profesor de Matemáticas en el Colegio Carrasquilla; pero más adelante se retiró de la educación, para ocupar cargos administrativos en la Intendencia y en el Departamento.
Tomás de Aquino en 1946 compró una Tipografía, que puso a funcionar con la razón social de “VISI” por lo del nombre de su esposa; imprenta en la se imprimió su periódico LA OPINION, Semanario Liberal al servicio de la cultura y de los intereses Chocoanos, bajo la Dirección de José Hermógenes Asprilla (Pensú) de su misma línea ideológica, igual de combativo, excelente orador y de los alfiles del Dr. Diego Luis Córdoba.
Vale anotar, que Tomás de Aquino, en consonancia con no pocos intelectuales del Chocó, fue un enemigo acérrimo del nombramiento en el Chocó, de Intendentes foráneos, que poco o nada les
interesaba la suerte de la región; por ello es pertinente traer a colación, que cuando se expidió la ley 13 de 1947, sancionada en el mes de noviembre del mismo año, mediante la cual el Chocó, se convierte en Departamento, el Intendente de la época era el abogado y político Colombiano Leónidas Pretelt Mendoza, natural del Departamento del Magdalena, a quien el Presidente Mariano Ospina Pérez, designó como Gobernador encargado, pero al parecer con intenciones de dejarlo en forma permanente.
La impopular medida para los Chocoanos, pensada por el Presidente, ocasionó la reacción inmediata de la dirigencia Chocoana, opositora de antaño a la designación de mandatarios foráneos, y por supuesto Tomás de Aquino, a través del periódico LA OPINION, agudizo las críticas en contra Pretelt Mendoza, fue tanta la presión popular que dicho encargo sólo duró 15 días.
Los liberales en el Choco, se mantenían expectantes a las publicaciones de Tomás de Aquino, en LA OPINION, por ello presentaremos una muestra de algunas de ellas:
En la edición número 9 de octubre de 1947, se comentó que los Consejos Electorales Liberales de la Intendencia del Chocó, proclamaron a Jorge Eliécer Gaitán como candidato único a la presidencia de la República, para el período 1950-1954. Se publicó asimismo, que ante el Consejo de Estado, se había demandado la Elección de Ramón Mosquera Rivas y Fernando Martínez Velásquez, electos como Representantes a la Cámara, con suplencia de Francisco Rivas y Amador Peña Oliveros. La demanda había sido interpuesta por los Dres. Ramón Lozano Garcés y Ricardo Rodríguez Astié.
En la edición del 1° de noviembre del 47, se anuncia una manifestación en la ciudad de Quibdó, por la aprobación del Chocó como Departamento, con lo cual se tendría mayor autonomía administrativa. También aparece en primera página, una fotografía de Diego Luis Córdoba, como uno de los artífices de la creación del Departamento del Chocó.
Edición número 22 de enero 24 de 1948, del Semanario OPINIÓN, destacó el entusiasmo que despertó en la ciudadanía, el nombramiento de Adán Arriaga Andrade, como el primer Gobernador del Departamento del Chocó, quien, se había desempeñado antes como Intendente.
En la edición del 28 de enero de 1948, se anuncia la llegada del Dr. Adán Arriaga Andrade, se destaca de otra parte, un artículo escrito por Arnoldo Palacios, “Cuando los Naranjos crezcan”.
Edición del 27 de febrero del mismo año, se revela la revocatoria de 7 Decretos, expedidos en forma ilegal por el Gobernador Pretelt Mendoza y su secretario de educación; que tenían que ver con nombramiento de maestras amancebadas y traslados por política de otras. Se pone en conocimiento también, que por el Chocó haberse erigido en Departamento, debe elegir 3 Diputados, que le corresponderían por el número de habitantes, y se barajaron nombres como los de Diego Luis Córdoba, Sergio Abadía Arango por el liberalismo y Eliseo Arango y Daniel Valois Arce, por los Conservadores.
Con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, conocido popularmente como el Bogotazo, y el inicio de una época de violencia partidista en el país, Tomás de Aquino, emprende una feroz campaña abierta en contra del Presidente de Colombia y al Partido Conservador; por lo cual se convierte en objetivo militar, después de haber sido detenido, torturado (Aplanchado, se decía en ese entonces) por los denominados “Chulavitas”.
Tomás de Aquino, logro fugarse en canoa por el Rio Atrato, inicialmente se escondió en Boca de Bebará, luego llegó a Cartagena y se refugió donde su primo hermano, el Escultor José de Lao Moreno, pero como le venían siguiendo los pasos, se tuvo que marchar a Montería, de allí puso pie en polvorosa con destino Bogotá, donde finalmente fue capturado por agentes del Servicio de Inteligencia Colombiana (SIC).
Tomás de Aquino, fue confinado con otros presos políticos en los sótanos del Colegio San Bartolomé, ubicado a escasos metros del Capitolio Nacional, donde estudiaban los hijos de las familias prestantes de Bogotá.
Contó Tomás de Aquino, a su esposa e hijos, que en las noches, se llevaban un grupo de prisioneros que no regresaban, que él, sospechaba que los desaparecían, que quizás no lo tocaron, porque una vez capturado, los Chocoanos del común y los profesionales que residían en Bogotá, hicieron presencia, en el San Bartolomé, visitándolo en forma permanente.
Tomás de Aquino recobró la libertad y regresó a Quibdó, cuando el General Gustavo Rojas Pinilla asumió la Presidencia de Colombia, el 13 de junio de 1953 y ordenó la liberación de los detenidos en el San Bartolomé. Tomás de Aquino, ya sin el periódico LA OPINION, continuó combatiendo sin cuartel desde cualquier lugar y siempre denunciando a las administraciones que se desviaban del curso normal de sus funciones.
Tomás de Aquino, guardó siempre un grato recuerdo por el General Rojas Pinilla, por ello cuando aquel, se lanzó como candidato a la Presidencia de Colombia, en elecciones que se celebrarían el 19 de abril de 1970, renunció públicamente al Liberalismo, que apoyaba al candidato del Conservatismo Misael Pastrana Borrero. Tomás de Aquino, se unió al Partido Político, Alianza Nacional Popular y fue el jefe de debate en la campaña de Rojas Pinilla, en el Departamento del Chocó.
Tomás de Aquino, se dedicó un tiempo a las actividades agrícolas en el medio Atrato, fue administrador de un trapiche mecánico, de propiedad del Departamento, para procesar guarapo de la caña de azúcar para la Empresa de Licores del Chocó, ubicado diagonal a la Boca del Río Munguidó; ese mismo viejo trapiche, el del “ruido incesante” que menciona Jairo Varela, en el tema musical “Mi Pueblo Natal”. En el ocaso de su vida se trasladó a Cértegui, con una motobomba y se dedicó a la minería.
Se desempeñó en la vida Pública, como Personero, Tesorero de Quibdó, Gerente de la Caja De Previsión Social del Departamento y Subsecretario de Hacienda Departamental, entre otros. Lo conocí personalmente, fue un amigo entrañable de mis padres, su señora esposa Visitación fue la madrina de bautismo de mi hermana Zully, y no obstante a ello, no tuve la oportunidad de tratar con él, tema alguno.
Dejó una descendencia 16 hijos, los del matrimonio arriba citados y los siguientes: Esther Moreno, Zulema Moreno García, Zulaina Moreno Pérez, Atilio Timoshenko Moreno paz, Fabiola Moreno Córdoba, Luis José Moreno Córdoba, Antonio José Moreno Paz, Vladimiro Moreno Ampudia, César Tulio Moreno Rentería, Mireya Moreno Rentería, Israel Moreno Mosquera, Lucy Tania Moreno Sánchez, Yuly Moreno Arboleda y José Eustacio Moreno.
Falleció en Quibdó, próximo a cumplir la edad de 60 años, el 22 de febrero de 1972
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