Con el gran imperativo categórico del filósofo de estagira, y con el respeto social, debemos reconocer hoy, y a la vez vivenciar, al gran ser humano, como lo es DIEGO LUIS CÓRDOBA CÓRDOBA, paladín de la democracia, impoluto en sus ideas, pero más en su forma de obrar, éticamente respetuoso y solidario, con el llamado lumpen; siguiendo a Emmanuel Kant, podemos decir hoy en que se celebra su muerte, en ser un hombre de mayoría de edad, según los postulados de la ilustración.
Diego Luis Córdoba, ejerció el liderazgo trascendental, en el que se basa en valores y los realiza a nivel personal y los promovió a nivel colectivo de todas las comunidades negras, pero con el sentido de pertenencia en el chocó. Esos valores no dejaron que se encerrará en sí mismo o los practicara sólo para el. Esto tiene una fuerza cultural que se puede percibir en la relación interpersonal de este gran líder.
Hoy todos los chocoanos, debemos orar por el alma de este gran líder, que nos hizo como departamento y a la vez sembró la semilla de la democracia participativa, ligada a la libertad independentista, decía este ilustre paisano nuestro “La educación nos hace libre de pensamiento e independiente de la sociedad dominante”, significa que en todo momento debemos educarnos y defender la educación para todos, no debemos ser verdugos dentro de nuestra misma etnia, pero lastimosamente hoy si existen muchos verdugos, que violan el principio de la dignidad Humana, la invitación es para que reflexionemos y podamos cambiar, mire algo más de Diego Luis Córdoba, “ por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”, es un postulado axiológico muy importante, ya que el valor es un bien que perfecciona a la persona que lo realiza consciente y libremente a través de hábitos de comportamiento, ya que los valores nos ponen en relación con los demás quienes constatan si los vivimos o si trascienden a ellos en forma de ejemplo para fortalecer la convivencia.
Hay pues un proceso de arraigo en la conducta y de proyección cultural que debemos defender, abrazar y seguir, con la esperanza de poder mejorar, no es la esperanza de la caja de pandora, es la esperanza viva y real dejada por Diego Luis córdoba, para todos, es decir, es vivencial y dinámica, en el universalismo del pensamiento.
Recordemos con sabiduría, que la trascendencia de los otros, lo que podemos llamar en propiedad trascendencia social nos vuelve conscientes de que no somos solos, ni vivimos solos, ni nos salvamos o perdemos solos, ni somos para nosotros mismos y para nadie más, somos chocoanos que debemos estar de manera unidad, apoyar al más indefenso, ser protectores de vida, defender la justicia social, borrar para siempre la ley del más vivo, por favor, defendamos la crítica de la razón práctica para salir siempre adelante, no más retórica y palabrerías, porque estas, son liquidas y gaseosas, se borran muy rápido; recuerden que la persona es un ser con los demás y para los demás. Son realmente otros fuera de mí y más allá de mí. El ser humano está hecho para buscar una plenitud que está en él, pero, a la vez, fuera de él. Esa trascendencia se da en la persona y desde ella a los otros.
Importante también decir, que quien sirve está ayudando a construir la vida del otro. Quien da es más feliz que aquel que posee, porque para dar hay que poseer y desprenderse de lo que se posee. Dar no es sólo dar cosas es, sobre todo, dar tiempo, dar oportunidades, darse a sí mismo y reconocer el principio de alteridad.
No hay cultura del dar cuando en un momento de crisis todo el mundo acude a contribuir con algo para resolver una situación pasajera. Lo más importante y clave del servir es estar habitualmente dispuesto a que los demás cuenten efectivamente con nosotros, como pasó con la hola invernal.
Otra de las formas más palpables de la trascendencia social es la solidaridad. Ante el otro como persona, no basta con reconocer la interdependencia. Es necesaria la colaboración, acto propio de la solidaridad, por naturaleza yo diría, que los chocoanos somos solidarios, la llevamos en la sangre de manera genética, pero hoy no puedo entender el por qué se ha perdido, Usted lo sabe?
Entendamos que la solidaridad es un modo de ser que lleva a actuar, que se hace explícito y real con los hábitos, algo que se aprende como se aprenden los demás valores. La solidaridad es regida muchas veces por la lógica de la gratuidad, no por la lógica del mercado, sino porque juega en ella un papel decisivo el don de ser persona.
Comprendamos mejor la trascendencia, si entendemos la espiritualidad del ser humano. Somos espirituales en nuestra propia intimidad, actuando desde el conocimiento, la voluntad y la autoconciencia. Esta espiritualidad se refiere en primer lugar a la plenitud del desarrollo de la persona Humana,
Por último, es ético volver a orar por el alma de este ilustre hombre que dio todo por nosotros, sin nada a cambio, Paz y perdón en su tumba, por todo lo que hemos hecho Y estamos haciendo.
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