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¿POR QUÉ LA GOBERNACION ES INCAPAZ DE GENERAR UNA SENDA REAL DE DESARROLLO EN EL DEPARTAMENTO DEL CHOCÓ? UNA MIRADA TECNICA DESDE LAS FINANZAS DEPARTAMENTALES. Por: WILLINTON VIDAL ROJAS

Si usted es de las personas o profesionales que frente a esta pregunta siempre piensa que el departamento del Chocó no se desarrolla simplemente porque todo se lo roban, por favor no siga leyendo esto, y si es de las personas o profesionales que aun a pesar de que se va a tomar el tiempo de leer y seguirá pensando lo mismo, tampoco lea este documento.
Para ciertos especialistas y académicos que han intentado responder desde el sector privado ¿Por qué no se genera desarrollo en el Chocó? Para algunos obedece a la alta dependencia del oro del departamento (BONET) para otros por la inexistencia de empresas que jalonen el desarrollo, el difunto maestro Licona consideraba que la mentalidad del negro era una razón fundamental, (…), para mí, más allá de la corrupción existente en lo público lo que expongo aquí es una mirada técnica de como la destinación de las finanzas territoriales impide que se pueda forjar el desarrollo.
“En total, los departamentos invirtieron en los últimos 5 años cerca de 118 billones de pesos; sin embargo, tres de los 19 sectores concentraron el 83% de los recursos, situación que deja en evidencia el bajo desarrollo que tienen los sectores de la economía regional tales como el agrario, vivienda, desarrollo comunitario, servicios públicos (distintos a acueducto y agua potable), cultura, deporte, recreación, entre otros”.
Significa lo anterior, que “se tienen considerables restricciones en materia de autonomía territorial, pues los sectores de salud y educación se encuentran ampliamente regulados que es donde se invierte de manera específica la mayor parte de los recursos que tiene el departamento para un año, limitando de manera tajante la discrecionalidad territorial”. Adicionalmente “se puede evidenciar que en relación con la priorización del gasto que hacen las entidades con recursos propios son estos los que respaldan el gasto autónomo contenido en los Planes de Desarrollo porque igual destinan más del 35% de sus recursos propios a financiar los dos sectores (salud y educación) inmersos dentro del Sistema General de participaciones”, es decir, que los recursos que gira el gobierno son insuficientes para el cumplimiento de una prestación efectiva de esos servicios y a la gobernación le toca inexorablemente sacar de los pocos recursos que tiene para garantizar esos derechos, en detrimento de los otros sectores que puedan ser verdaderas locomotoras de la economía regional.

Como se puede apreciar en el cuadro, la gobernación solo tiene un 17,5% de recursos los cuales en un gran porcentaje se va en funcionamiento como pago de nóminas de pensionados, activos y contratistas, pago de sentencias, deuda pública, servicios públicos vigilancia y aseo, entre otros. “El excedente tiene prioridad apuestas de política pública como alimentación escolar, atención al desarrollo de la primera infancia, las políticas de prevención en el campo de la salud pública, así como acueducto, alcantarillado, agua potable y saneamiento básico, mientras que en inversiones reales en el sector agropecuario vivienda, medio ambiente y desarrollo comunitario solo se destina un 7% en promedio”

Un inquieto influencer chocoano se preguntaba ¿y porque Antioquia o Barranquilla si invierten en obras de alto impacto regional? gran parte de esas inversiones está supeditada a recursos de deuda pública que no sacrifique los flujos corrientes de la entidad, “es una fuente de financiación que se convierte en una herramienta fundamental a la hora de apalancar proyectos de importancia para el desarrollo regional y local, sin embargo, la consecución de estos recursos demanda el cumplimiento de reglas e indicadores que para el caso de las entidades territoriales se encuentran consignadas en las leyes 358 de 1997 y 819 de 2003”.

Si bien es cierto que “el crédito público se convierte en una herramienta de ineludible aplicación por parte de los departamentos, con el fin de realizar inversiones estratégicas en sectores esenciales para la convergencia socioeconómica, principalmente en la formación bruta de capital, que amplíe las capacidades de la productividad regional y permita contar con el suficiente flujo presente para obras que generarán mayor crecimiento y oportunidades futuras.” el departamento del Chocó actualmente paga una deuda pública castigo (crédito condonable), cercana a los 50.000 millones de pesos.

El rubro proveniente de fuente de ingresos propios que podrían apalancar crédito público para inversión tiene una fuente pignorada por el ministerio de hacienda para el pago de la deuda pública y la otra parte se destina para el pago de sentencias judiciales que tranquilamente pueden ascender a los 200.000 millones de pesos.

Bajo las anteriores consideraciones acometer una deuda pública publica es sacrificar las inversiones futuras que, bajo el modelo del sistema general de regalías en una inversión corriente por su periodicidad, pero necesaria para solventar problemas coyunturales y estructurales.

A través del sistema nacional de regalías, el departamento del Chocó viene invirtiendo hace unos 10 años en obras de gran impacto, el promedio de menos de 100.000 millones anuales, cifra muy baja para en corto tiempo lograr la transformación del territorio
El desarrollo jalonado por el departamento es posible solo con “el fortalecimiento de la estructura de ingresos que permita ampliar la inversión de sectores estratégicos que generen mayor dinamismo económico y disminuyan las brechas regionales a partir de dinámicas eficientes de aglomeración y generación de riqueza” cosa imposible en la práctica donde se imponen las premisas de capitalismo político y el uribismo económico, como la del gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón que busca profundizar brechas fiscales, mientras el desarrollo de sus departamentos lleva 70 años concentrando la destinación del recaudo tributario del país al Chocó se le ha tratado con mezquindad. La única oportunidad que pueden tener los territorios para jalonar su propio desarrollo es una mirada distinta del rol presidencial y de los padres de la patria, que con una nueva legislación tributaria establezcan una “misión Kemmerer fiscal territorial” que pueda construir un poco de reivindicación en la inversión y construcción de una senda de desarrollo real,


WILLINTON VIDAL ROJAS
Bibliografía: Análisis de la estructura financiera departamental (Erica Sabogal – José M. Castro) Un. Externado.

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