Importante decir, que los primeros filósofos llamados presocráticos, se dedicaron a dilucidar, sobre el ser más universal, desde el punto de la ontología, la reflexión fue muy armoniosa y de manera racional, fue así como Tales de Mileto fundamento su teoría, diciendo que lo más universal es el agua, postulado que duro mucho tiempo, hasta que Anaxímenes, lo refuto diciendo que lo mas universal es el aire, porque dentro de la misma agua hay aire, más el mundo exterior, son argumentos de mucho poder; polarizando estos pensadores, podríamos decir, que el departamento del chocó no está lejos de esa realidad, porque hoy somos la mayor fuente hídrica del mundo, uniendo la zona de tutunendo y Quibdó, es una gran alegría ser al menos los primeros, pero lo contradictorio, es que esta agua se pierde en el mundo natural y social, porque no sabemos utilizarla para nuestro propio bienestar y súper vivencia natural, esto lo digo por la crisis de carácter urbanístico, que tienen nuestros 32 municipios, los cuales carecen de acueducto adecuado, para sus habitantes, cosa muy rara, incluida la capital chocoana y las cabeceras municipales del territorio, donde tenemos grandes ríos, como el Atrato, el Sanjuán, el Baudo ,Bojayá, Apartado, Cacique, Do campado, Juradó, Opogodó, Tundo, Andágueda, Quitó, Truandó entre otros, estos ríos son dinámicos en su plena razón de ser, importante lo que dijo el filósofo, Heráclito de Éfeso,” nadie se baña dos veces en el mismo rio” es una dialéctica, bien comprensible en su manifestación natural.
Estos ríos tienen unas dimensiones, muy significativa, caso típico es la dimensión antrópica, que hace relación con el ser humano, porque el agua es el principal componente del cuerpo. Es esencial para los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y eliminación de desechos metabólicos no digeribles, y también para la estructura y función del aparato circulatorio. Actúa como medio de transporte de nutrientes y todas las sustancias corporales, y tiene acción directa en el mantenimiento de la temperatura corporal.
Por lo tanto, el cuerpo humano tiene un 75% de agua al nacer y cerca del 60% en la edad adulta. Aproximadamente el 60% de esta agua se encuentra en el interior de las células (agua intracelular), el resto (agua extracelular) circula en la sangre y baña los tejidos. El agua de bebida, junto con la contenida en los alimentos, ha de garantizar nuestra correcta hidratación a cualquier edad o circunstancia vital, mi experiencia me dice que debemos consumir mucha agua, para tener una buena salud, pero resulta que es imposible, nuestras aguas no son tratadas, por la carencia del sentido de pertenencia de nuestros dirigentes, que deben velar por nuestra verdadera salud. En consecuencia, es muy importante asegurar el aporte en cantidad y calidad adecuadas, especialmente cuando conocemos la influencia que el grado de hidratación puede tener sobre la salud y el bienestar de las personas, tanto en lo que se refiere a los aspectos cognitivos, el rendimiento físico y la termorregulación, una prueba de esto, lo tienen nuestros deportistas, que sobresalen a nivel local y nacional.
Una verdadera razón, es que el cuerpo humano no almacena el agua, por eso, la cantidad que perdemos cada día debe restituirse para garantizar el buen funcionamiento del organismo. Para cualquier persona sana, la sed es una guía adecuada para tomar agua, excepto para los bebés, los deportistas y la mayoría de las personas ancianas y enfermas. En estos casos, conviene programar momentos para ingerir agua ya que ante la gran demanda y los mecanismos fisiológicos que determinan la sed en estas situaciones pueden condicionar desequilibrios en el balance hídrico con importantes consecuencias para la salud o el rendimiento físico o intelectual, porque los chocoanos, tenemos súper vivencias positivas, por la bendición de Dios y por la riqueza de nuestros ríos, gracias y gracias por conservarnos.
Una segunda dimensión, es la de tipo social, por las grandes afectaciones que tienen nuestros pueblos y caseríos, para poderse movilizar, ancestralmente, existen las canoas, las champas y los potrillos, los llamados del Lumpen, por las necesidades notorias que padecen, mientras que los llamados burgueses, utilizan los motores fuera de borda, a grandes velocidades, que afectan a los pequeños del lumpen, lo que significa que son sociedades muy desiguales, unas de otras.
La tercera dimensión, es la económica, en la razón de ser de nuestros ríos, los cuales nos ayudan a la supervivencia alimenticia, representada en una serie de animales como el pescado y otros que ayudan a la diversidad de nuestra alimentación, les cuento una realidad, nuestros pueblos superviven por la llamada chaupiza, rica en la mayoría de los fogones del Chocó, nuestros ríos generan buena agricultura, como el plátano, el banano, el primitivo, la yuca, el ñame, diversidad de frutas como el marañón, la guama, el caimito, el chontaduro, que es el mejor del mundo, el mil pesos, el coco, la piña, la caña entre otras, claro que las plantas de nuestras azoteas son las mejores; también debemos reconocer los animales de nuestra gran selva, que también son una gran fuente alimentaria, recordemos animales como la guagua, el guatín el venado, el tatabro entre otros.
La cuarta dimensión de nuestros ríos, radica en su propia religiosidad, llegada de manera ancestral, por los antiguos Bantúes que se extendieron por nuestras fuentes hídricas, caso típico los llamados alabaos y arrullos, cantados por nuestros adultos mayores, en un 20 por ciento, mientras que el 70 por ciento, practica la religión católica, otras religiones con un 10 por ciento, con una universalidad de un solo Dios, y de una alienación social, para todos los pueblos del chocó, desarrollado por el artículo 19 de la constitución política.
En lo relacionado a la Quinta dimensión, es el valor cultural y artístico de nuestras fuentes hídricas ya mencionadas, consiste en nuestra máxima expresión cultural, con el perdón de todos, como es Arnoldo palacios, del rio certegui, con su magna obra “Las estrellas son negras”, claro son negras porque en el chocó brillan los antivalores de la corrupción y de la violación de los derechos humanos, sobresale Miguel A. Caicedo, Hugo Salazar Valdés, entre otros; pero a nivel femenino, Saber quiénes fueron y por qué son memorables estas mujeres chocoanas, y muchísimas más no incluidas en esta lista por omisión involuntaria o por simple ignorancia, sería una manera apropiada de exaltar a los pueblos y ciudades de este Chocó tan rico, pero tan olvidado. Entre muchas de ellas: Adela Maturana de Casas, Arminda Valoyes, Benicia Domínguez, Carmelita Arriaga de Rodríguez, Carmen Rentería Salazar, Carmen Tulia Mosquera de Parra, Cira Martínez Valoyes, Clara Perea de Mosquera, entre muchísimas más.
En la sexta dimensión, que pena con ustedes solo hay uno, el que nos dio la patria potestad, como departamento, Doctor diego Luis Córdoba córdoba, quien dijo: “Sí, amo al Chocó hasta lo indecible, con un amor más acendrado que el amor del hijo por el padre; lo amo con el amor de la madre por su hijo” a quien este primero de mayo, debemos rendirle homenaje, por su fallecimiento y decirle, gracias por ser el más impoluto y limpio por las aguas de nuestros ríos, Bendiciones para él, creo que no hay más, solo él.
Hoy tenemos la sed como el deseo de beber, una Justicia social, una verdadera igualdad y equidad entre todos, una libertad natural, un auto reconocimiento, un bienestar común, una igualdad representativa, una verdadera educación, un respeto ,una solidaridad con alteridad y tolerancia social, inducido por razones fisiológicas y conductuales, resultante de una deficiencia de agua que permite a las personas recuperar sus pérdidas de fluidos durante cortos períodos de tiempo, para su manifestación axiológica y social, en cada comunidad con empoderamiento cultural. A pesar de poder beber ad libitum, las personas tienden a cubrir de forma insuficiente sus necesidades de líquido a corto plazo. El inicio de la sed tiene lugar a través de mecanismos fisiológicos y relacionados con la percepción. La ingestión voluntaria de una bebida está condicionada por diferentes factores como la injusticia social y los antivalores, que deben ser corregidos de manera categórica, No más aguas tibias para el chocó por favor.
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