Como ha sido costumbre por décadas, en cada celebración de la semana mayor, nuestra familia se ha dado cita en algún lugar de la geografía nacional para pasar los días santos, en un ejercicio de recogimiento, reflexión, incluso de relax, que por lo general nos fortalece espiritualmente y nos recarga de energía para continuar en la brega por lograr nuestros propósitos individuales y los respectivos proyectos de vida familiar. En esta oportunidad escogimos a la ciudad de Cartagena y como sitio de encuentro previo, la vieja casa de la Urbanización de Calatrava en Itagüí, la misma que a alguien no le gusta porque está ubicada en un sector popular, adquirida eso sí, gracias al trabajo honesto de nuestros padres -abuelos de los sobrinos que nos acompañaban-. Todo iba bien en la víspera hasta que recibimos la infausta noticia del fallecimiento en un trágico accidente de la Dra. Yirlenis, hija de Daicy Ordóñez, dilecta amiga de la familia -a quien desde estas líneas le hacemos llegar nuestros sentimientos de solidaridad, nuestras oraciones y ruegos porque el Dios de todos le provea a su adorada hija un lugar en su Santo Reino-.
Mientras les hacíamos el alto a los familiares que venían de otros lados, inclusive del exterior, nos enterábamos del rifirrafe del escritor José E. con varios de los sobrinos, porque ahora le dio al “Tipilio” por crear cizaña con las pensiones de Doña Luz y Don Rafael; es que uno no puede irresponsablemente venir a decir que por el escándalo de César Gómez, “Pacho” Vidal y otros abogados-apoderados de los pensionados del departamento, que supuestamente yo ayudé a armar, podemos salir perjudicados, poniendo en duda las trasparentes pensiones de nuestros padres, al manifestar también, sin soporte o prueba alguna que, familiares nuestros han venido cobrando dichas pensiones sin tener derecho a ello, cuando al fallecimiento de nuestros padres ningún hijo realizó diligencias para que se le sustituyeran esos derechos, pues ya éramos mayorcitos de edad; pero además, ninguno ha tenido la condición de invalidez física o mental, o que mi madre haya tenido dos registros civiles de nacimiento, uno de Quibdó y otro de Lorica, cuando mi mamá nació en Quibdó, casi frente a los Rentería Henry -fututa alamedeña-, criada allí y maestra del IPE, hoy IEFEM, habiendo migrado a trabajar a Córdoba a principios de la década de los 50 y regresando al Chocó para nunca más salir en el año de 1959. Cuando no se es de Quibdó, hay que buscar fuentes que sean del lugar para poder contar sobre su gente y su historia.
En el aludido agarrón se dijeron de todo: Les decía José E. que ya le había ganado varías batallas a sus tíos, es decir, a Patrocinio y a mí, cuando con él no ha existido ningún tipo de confrontación profesional o académica -sólo glosas sin trascendencia alguna-, y en lo que se refiere a las columnas que escribimos (sin comparar), él lo hace sobre Geopolítica y Macroeconomía, y yo a duras penas sobre temas de la región o de la parroquia, con apuntes que hasta dan ganas de reír -según cuentan los lectores-, lo que quiere decir que, a mí no me ha ganado nada, ni yo a él, porque no hemos competido, y creo que tampoco lo haya hecho con Patrocinio, porque él vive alejado de las peleas y controversias; pero de lo que sí nos enteramos por el reenvío de los WhatsApp cruzados entre ellos fue que, José E. no siendo coteja con los muchachos salió mal librado, en cuanto los pibes, tocados por las ofensas de aquel a sus abuelos ya fallecidos, le salieron con la historia de un hermano suyo, recién dado de baja por las autoridades en Medellín, quien supuestamente pertenecía a la Oficina de Envigado -situación que siempre he reprochado porque, en materia penal, las responsabilidades son individuales, y lo que haya podido haber hecho el hermano, no se le puede endosar a José E.-, pero, con toda la plata embolatada de los pensionados del departamento: La que le pagó “Domingo” al confeso abogado César Gómez Murillo ($ 2.810 millones), y los $ 281.746.026 que le consignó el Secretario de Hacienda de la misma época -20 de junio de 2019- a “Pacho el Bueno” o “Pacho” Vidal, a la cuenta de Ahorros de Bancolombia 53620019026, según orden de pago 495 que se anexa, nos queda claro que, existió un concierto para delinquir, una asociación para cometer delitos contra la administración pública, fraude a resolución judicial, prevaricato por haber desconocido las sentencias o fallos del Juzgado Quinto Administrativo Oral, y del Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó, que habían ordenado y dispuesto que, dentro de los 10 días siguientes a la ejecutoria de la sentencia, los recursos a los que se había condenado al departamento, fueran transferidos al fondo que para el pago de tales indemnizaciones depende de la Defensoría del Pueblo, violando igualmente el régimen de inhabilidades e incompatibilidades y desconociendo lo preceptuado por la ley 472 de 1998, dejando para otro día la pregunta: ¿Y cuánto le habrá tocado a “Domingo” y al Secretario de Hacienda? O quiere el “Tipilio” que se desvíe la atención -hasta por eso se paga-, o que nos hagamos los de la vista gorda como la señora Gobernadora con el recomendado del consejero de estado.
Y ya para terminar: Yo si me apoyo en fuentes que conozcan del Quibdó de algunas épocas y sus gentes, aquí te va una anécdota: Resulta que, Don Servando Ferrer y Abraham Dualiby compartieron épocas y momentos, y por alguna circunstancia se trenzaron en una discusión que ocupó las páginas de diarios y semanarios de entonces -una tuya, una mía-. Don Servando había sido de las primeras personas conocidas que sufrió de la enfermedad del Vitíligo y estando en la refriega el irreverente y mordaz “Mocho Abraham” le escribió: “Aunque eminentes científicos rusos y gringos han diagnosticado que el cáncer no es contagioso, para evitar males mayores a futuro, te sugiero no me contestes la presente misiva”.
PDTA: Al fin ¿Cuál de las rutas interoceánicas es la que más le conviene al Chocó, a Colombia y al mundo?: El Canal a nivel Atrato /Truandó -desde épocas inmemoriales-, el Canal Seco Bahía Cupica/Bahía Candelaria en Urabá -desde la época de Barco-, San Miguel/Tuira -en épocas de Samper-. Que se reúna la ingeniería chocoana -no la de regalías-, y nos digan que es lo mejor, para que actuemos como en Fuente Ovejuna y dejemos los discursos para las campañas.
ÑAPA: Dijo un testigo en la audiencia sobre el tema del Aguacate del Carmen de Atrato y Riosucio que, los operadores le pagaron cada plántula a $ 8.000, se la hicieron facturar a $ 17.500, dizque porque había que darle a un gobernador ¿Cuál será? ¿Será otra vez el Bagre? Ojalá al fiscal no se le olvide compulsar copias como lo prometió en desarrollo de la audiencia. Estaremos vigilantes, no nos queda de otra.
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca