Me arrepentí, porque me había invitado Jhon, el hijo de “El Mono” y nieto de Don Delfino por el lado paterno y de “Tere” y “Raca” por el materno, todos del Quibdó de otros tiempos -dicen que mucho mejores que los de hoy- para que escribiera aprovechando la época y al menos enviara un mensaje navideño, esto por mi silencio post-electoral o por torearme la lengua; le había dicho que no, y que reaparecería para después del primero de enero, cuando se posesionaran los nuevos mandatarioios, pero me arrepentí, y aquí ‘toy adelantándole a todos, a los amigos y a los enemigos por política, porque no tengo de otra índole, una “Feliz Navidad y un Próspero año 2024”.
Les confieso que me dio una bronca o una tusa, que ustedes apreciados lectores no se pueden imaginar, no porque haya ganado mi sobrina -como le decía durante la campaña, en unos cuantos escritos a la sorpresiva ganadora- y haya perdido mi hermano, sino porque ganó “Domingo” y Yosimar, ganaron también Ariel, Nilton, David, Arnold y “Los Embilletados”: Didier y “Parrita”, y un miembro de la Comisión Escrutadora Departamental, que por ahí anda diciendo que cotizó mil palos de los grandes, y otros cuyos nombres no menciono porque son especímenes de menor grado que, de nombrarlos estaría deshonrando a mis leales lectores. Ahora que no me vayan a salir con el manido cuento que estoy respirando por la herida, o que me está matando la vil envidia, o que no puedo hablar porque fui condenado por Parapolítica, y como si fuera poco, que quienes perdieron no pueden demandar o tener derecho al pataleo, porque así lo decidieron y manifestaron con amenazas los dueños del pueblo, pues ni lo uno ni lo otro, ni lo tercero, ni lo cuarto, porque como dice el dicho: “Al herido es al que le duele”; herida que en nuestro caso sanará rápido, no sólo porque tenemos buena carnadura, sino porque aprovechando el reciente puente festivo estuvimos en el Eje Cafetero, donde rumiamos nuestras penas, nos desahogamos y desaguamos el alma en familia, y decidimos echar pa’lante; de lo segundo, no andamos en afanes o competencias por vivir mejor que tal o cual, o por tener lo mal habido que ellos dicen que tienen, porque con lo que tenemos vivimos sabroso en unidad familiar, y sin temores a señalamientos por haber conculcado normas de un digno comportamiento; en cuanto a lo tercero o lo que he llamado como mi viaje por Canadá, me ha resbalado tanto que, harto chiste me he hecho, porque entre otras cosas, no fue por corrupto y porque una gran cantidad de chocoanos saben de la gran injusticia que se cometió, tanto que, con radicado del 2.012, esperamos un fallo favorable y la orden indemnizatoria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por fallas procedimentales del aparato judicial atribuibles al estado colombiano, para la satisfacción y alegría de familiares, amigos y uno que otro partidario, que de que los hay, los hay, y que pese a todas las dificultades aún nos quieren; y en cuanto a lo cuarto, nos decía un importante seguidor, que no vale la pena continuar en la brega política, sino se absuelven las dudas sobre la existencia en las últimas elecciones del famoso Software o de la incidencia en los resultados electorales de la firma transmisora de los datos de mesa, o no se buscan las sanciones a jurados que aprovechan para ponerle a su candidato mayores votaciones de las que obtuvo, con burdas y notorias tachaduras o enmendaduras. En este orden de ideas, me sumo a los varios abogados, que no dejarán solos a los militantes en su justo derecho a satisfacer sus inquietudes y presentar las demandas, denuncias o quejas, para llevarle al constituyente primario la confianza para poder continuar ejerciendo su derecho al voto, sin ningún peligro de posibilidades de acciones fraudulentas; en ese sentido, si hay que firmar algo lo haré, sin ningún tipo de miedo a las intimidaciones ya conocidas, y de frente como siempre.
Por ahora y mientras a esto no le quepa ni un tinto, es decir, se agoten todas las instancias del derecho, inclusive el “derecho al pataleo”, no puedo aceptar que me pifié en los cálculos electorales, que no atiné en mis deseos respecto de la Gobernación y algunas Alcaldías, entre ellas la de Quibdó; máxime que “No había por donde” como decía un alcalde amigo, cuando iban a su despacho los partidarios por una Mínima, por una Orden de Trabajo (ODT) o por una Orden de Prestación de Servicios (OPS); yo decía algo similar días previos a las elecciones, porque la verdad verdad, era que no había por donde nos ganaran, pero nos ganaron, y en ese orden de ideas, lo único que no haré es hablar de fraudes, porque como dice el Jefe de Comunicaciones de la Embajada en Washington: “Yo no soy registraduría”. Pero tampoco les daré la razón así porque si a los que pregonan por algunas prebendas o dádivas anticipadas, por contratos de asesoría, o por alguna migaja de las regalías con vigencias futuras, que llegó el cambio, porque del bienio de ahora, no quedó nada, todo se comprometió, y del próximo bienio sí que menos, porque los inversores no le apostaron a ella por su bonita cara.
Solo tengo claro que no se puede dar lora, o crearle falsas expectativas a la gente con demandas o reclamos, si no existen pruebas y abultados argumentos que le permitan al elector o constituyente primario tener confianza en el sistema electoral y participar de los ejercicios democráticos sin temor al fraude, por manera que, la última palabra la tienen las autoridades contencioso-electorales, y si acaso disciplinarias y penales. Y mientras tanto, esperemos que tiren el gabinete, como lo hacían los gobernadores de antes al bajar del avión cuando llegaban de Bogotá, y miremos si hay cambio de verdad; si es que no les dan a estos las regalías, más los grandes puestos; esperemos a ver qué pasa, porque este detalle marcará el rumbo del Chocó en los próximos 4 años.
PDTA: “Guerra advertida no mata soldado, y si lo matan es por pendejo” ¡Asunto allá! Ese afán de reelección les va a costar disciplinariamente muy caro a los que reeligieron a Arnold en Codechocó y a los que andan con ese corrinche en la UTCH, pareciese que no vieron que ya vienen por Nilton, o no vieron la audiencia a Efrén, o que le abrieron otra al “Bagre” en la corte, pero como todos dicen que no pasa nada. No se olviden que la justicia tarda porque cojea, pero algún día llega. De todas maneras: ¡Qué vergüenza!
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca
MANO PELE, CHUSPA AL SUELO“Perder es perder, no es empatar, ni mucho menos ganar un poco -a lo Maturana-, pero que todo sea claro”. Por :Odín Sánchez Montes de Oca
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