A través de las redes sociales (Facebook y X) nos enteramos que “el DPS firmó con Findeter un contrato para la construcción de 150 Puntos de Abastecimiento Solidarios (PAS) en ciudades capitales y municipios PEDET. Edificios de 1.000m2 que incluyen centro de acopio, 40 puestos de ventas de alimentos al menudeo, 12 puestos de artesanías, 10 locales comerciales, comedor y cocina comunitaria y punto de distribución gratuita de bienestarina. En el Chocó se planean en Quibdó, Istmina, Condoto, Nóvita, Medio San Juan, Litoral del San Juan, Bojayá, Carmen del Darién, Medio Atrato, Riosucio y Unguía”. Acción que nos parece magnífica y que va en concordancia con los intereses del Plan de Desarrollo Departamental y en los Planes de casi todos los municipios del departamento. Los cuales incluyen, en términos generales, la “construcción de Centros de Acopio o de Abastos”. Por lo que, a través de un trabajo de grado, hemos venido sosteniendo que dichos centros no sean simples “bodegas de almacenamiento de productos”, que generan residuos contaminantes, atraen roedores y conllevan además a muchos aspectos negativos. Por ejemplo, la Plaza Minorista de Medellín, Corabastos en Bogotá o la Plaza de Mercado de Quibdó y sus Plazas Satélites de La Yescagrande, La Esmeralda (Abastos #1 y 2) o del barrio La Alameda Reyes.
En dicho sentido, insistimos que esos lugares sean verdaderos espacios para el fortalecimiento de la cadena de suministros (“materia prima-producción-transporte-distribución-comercialización”) y de negocios. Por ello, se propone el Centro Agroindustrial del Chocó (Parque Agroindustrial del Chocó – PAICH) (https://elmanduco.com.co/una-nueva-esperanza-para-y-por-el-choco-quibdo-y-la-nueva-fuerza-social-esperanzadora-por-yan-ramos/) y (https://elmanduco.com.co/una-nueva-esperanza-para-y-por-el-choco-diralcun-y-el-parque-empresarial-agroambiental-e-industrial-del-choco-paichpor-yan-ramos/) que fortalezca en un solo lugar los emprendimientos ya organizados y que están avanzados a empresas (secciones gastronomía, agroindustrial, bebidas alcohólicas autóctonas y tradicionales, jugos autóctono y nutritivos, snacks, etc.). Entre dichos procesos, participen emprendedores y empresarios con sus productos que ya vienen siendo fuertemente trabajados y, podríamos decir, que están a un “pelito” de convertirse o consolidarse en empresas que generen unos 100 o 200 empleos que sea una estrategia de mitigación de los grandes problemas que tenemos, entre ellos la reducción del desempleo y la inseguridad. La idea es que este centro cumpla con los intereses de los PAS y sea similar a los que ya existen (o se plantean) en regiones con condiciones socioeconómicas similares a las nuestras como Duitama y Soracá (Boyacá), Santa Marta (Magdalena), Cota (Cundinamarca), El Espinal (Tolima), Envigado (Antioquia), Quindío, Tumaco (Nariño) y Meta (Villavicencio), entre muchos otros. Por ahora, este es un proyecto de grado del Programa de Arquitectura-Facultad de Artes de la Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”, pero se espera que con nuestros entes gubernamentales y privados puedan fortalecerlo.
Para ello y como se mencionó anteriormente, urge un verdadero desarrollo sostenible con base a nuestras potencialidades naturales y sociales que tiene cada región del departamento. Ejemplos: las bebidas tradicionales del viche – Vigua, Canao, Don Pana y Viche Experiencia; pasabocas de nuestros productos agrícolas – Río Chips; deshidratados – Ananas; educación agroambiental – C.A. Zamia; nuestra gastronomía – Pasteles Doña Ana; la Cúrcuma y la “popochoharina” – La Promesa; el ecoturismo en la “Ruta del Bizcocho” (DIRALCUN: Desarrollo Integral Regional en Atrato, Lloró, Cértegui y Unión Panamericana); parque acuático ParqueDó; Ecotour por el Atrato, Jotaudó, Tutunendo, Ichó y hasta El 18 (Tour de Ríos), Tadó y la Costa Pacífica; la transformación y comercialización de productos naturales por subregiones (en la Costa Pacífica la pesca marina y comercialización de mariscos, “Pizamar”; en el San Juan los metales preciosos y el ñame, la yuca, chontaduro y la piscicultura; en el Atrato el borojó, lulo, plátano, cúrcuma y la pesca continental; en el Baudó el arroz (Arroz Baudó) y el plátano; en el Darién el plátano, banano, cacao, arroz y el ganado y sus derivados (productos tipo exportación); en el Carmen de Atrato el café, aguacate Hass y frutales y hortalizas de climas templados (La Mansa como piloto de trabajo), y San José del Palmar con plátanos, chontaduros y piscicultura); Transformación, comercialización y transacción de metales preciosos (oro, platino, cobre, etc.), la madera (experiencias de aprovechamiento legal y Planta de Transformación del Mueble y la Madera que ya se cuenta con equipos y herramientas de alta tecnología como pocos en Latinoamérica) y el agua (existen algunas empresas). Y otras decenas de iniciativas que cada día vemos (y muchas otras que desconocemos) que se ofrecen en diferentes medios a lo largo y ancho del departamento.
Entonces, en concordancia con los PAS, se propone que estos lugares sean centros agroindustriales que dinamicen una o dos de nuestras potencialidades naturales como otros lugares del país que han basado su progreso en la economía de un solo producto que abarca toda la cadena productiva (“producción-transporte-transformación-comercialización”) y toda la comunidad se mueve y siente que vive en torno a él. Es el motor y, por ende, toda la economía de dicha región es entorno a ese producto. Ejemplo de lo anterior, son los modelos nacionales de producción del café en el Eje Cafetero, la panela en Villeta (Cundinamarca), la caña y la uva en el Valle del Cauca, la textilería en Don Matías (Antioquia), el turismo en Melgar (Tolima) o el bocadillo en Vélez (Santander), por citar solamente algunos ejemplos. Para lo anterior, podríamos tener algo parecido.