“LO VERDE, LO AZUL Y LO AMARILLO”: prioridad para la identificación de productos banderas (cadena productiva) que impulse la empresa privada como estrategia de desarrollo sostenible en cada municipio del Chocó
Por: Yan Ramos

Coincidencialmente con la nueva campaña de Prisa Media y W Radio con Roberto Pombo denominada “Colombia Imparable”, que busca apostarle a las empresas del país y especialmente donde las pequeñas y medianas serán las protagonistas”, y como parte, por ahora, de un último escrito público para pasar de la “palabra a la acción”; dejando de lado “simplemente la filosofía y escritos como aportes”, sin estar tan “adentro de dichos sistemas”, pero sí aportando mi “volquetada de arena”; doy gracias a la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) Territorial Chocó porque me permitió dictar en varios municipios del departamento el Seminario “Planeación y ordenamiento territorial, con énfasis en desarrollo sostenible y medio ambiente”, lo que sirvió para interactuar “in situ” con más de 400 asistentes, entre los que se encontraban funcionarios públicos de los diferentes entes (gubernamentales y no gubernamentales), profesionales, docentes, estudiantes y miembros de la comunidad en general. Muchos de ellos con la responsabilidad de pensar, plantear, planear y ejecutar requerimientos directos y necesarios que contribuyan al crecimiento deseado en su región. Es decir, el desarrollo de los municipios con base a sus potencialidades sociobiodiversas (diversidad y riqueza de talentos y atributos sociales y naturales) con los productos, paisajes y/o procesos que permitan un verdadero Desarrollo Local Endógeno (D.L.E.). Las principales conclusiones de dichos seminarios hablan de:
Teniendo en cuenta nuestras condiciones naturales y que “somos un lugar verde-azul-amarillo” por nuestras riquezas naturales (bosques, agua y metales preciosos, respectivamente), definir un producto bandera de la cadena productiva (especialmente para la transformación y comercialización) con el cual los municipios y subregiones pueda apostar al desarrollo sostenible del departamento y todos se beneficien. Para ello, se debe disponer de más acompañamiento y apalancamiento institucional que redunde en el crecimiento de empresas que mejoren la situación socioeconómica y que este apoyo llegue más constante y directo a los involucrados. Y, sobre todo, teniendo en cuenta el estado actual: ideas, negocios, empresas, etc.

Compromiso e interés del personal asistente, especialmente de estudiantes, jóvenes profesionales y profesores que tienen ganas de aportarle al crecimiento de la región a través de la formación de las nuevas generaciones, por eso es fundamental el apoyo. En ese sentido, fortalecer la articulación de alcaldes y secretarios de diferentes áreas de acuerdo a sus potencialidades naturales. Un ejemplo que se planteó en Las Ánimas: reunir a los alcaldes y/o secretarios de desarrollo económico de Atrato, Certegui, Cantón, Unión Panamericana (DIRALCUN) y si se quiere ampliar a Tadó, Istmina y Condoto (Triangulo del Desarrollo Sostenible en el Chocó) y conformar una especie de “región administrativa o área metropolitana” y avanzar en acciones pequeñas a grandes, como invitar a un “influencer” que deguste las atracciones turísticas y gastronómicas, entre otras que tiene la zona y promocionar las potencialidades del lugar.
Socializar constantemente entre la población los diferentes instrumentos de planeación como el PDD, PDM, EOT, Planes de etnodesarrollo y de Vida de las comunidades, entre otros. Con ello y teniendo en cuenta lo que somos, como nuestra bandera, planear el desarrollo sostenible y enfocarnos en los productos que podemos impulsar y entorno a ello desarrollar estrategias de biocomercio y de bioeconomía para jalonar progreso para la región. No somos región gris (cementos y acero).

Se requiere una articulación entre las secretarias de educación del departamento que permitan la capacitación de todos los docentes, hablar un mismo idioma y en las dinámicas y praxis pedagógicas incorporar contenidos y saberes que lleven a lograr el objetivo de inculcar a todos los jóvenes, desde grado 0 a 11, ese amor por el Choco; ese sentido de pertenencia y cambiar el chip, esa cosmovisión e idiosincrasia que tenemos; y con estos, las IEs puedan cambiar e inferir en el pensamiento de los estudiantes y éstos a su núcleo familiar y allí haya un impacto en la sociedad con ese amor por la ciudad y que somos un pueblo progresista. En ese sentido, urge la revisión del contenido temático del sistema educativo y repensar el accionar y actuar de la raza negra y su aporte a la región y el país.
Por eso es fundamental y urge fortalecer, al menos, una cadena productiva que potencialice la economía local a través de la “producción-transporte-transformación-comercialización” de un producto que genere empresas que aprovechen el potencial, den muchos empleos para reducir N.B.I., ocupar a la gente y mitigar inseguridad.
En ese sentido, he conocido y revisado algunos de los Planes de Desarrollo Municipales (PDM) de este periodo y observo una priorización productiva local. Por ejemplo, Cértegui (turismo), Tadó (minería sostenible), Istmina (turismo), Medio Baudó (arroz y plátano), Unión Panamericana (piña y yuca “matajorgíto”) y Bajo Baudó (la pesca y sus derivados marinos). Y como parte también de dicha experiencia, veo que municipios como Bahía Solano y Nuquí, que pensaba que la pesca y sus derivados marinos y el turismo eran la prioridad, ahora planifican el aprovechamiento de la vainilla y la agricultura, respectivamente. Aspecto que para Nuquí, según su propia gente, es vital como experiencia de la reciente pandemia del COVID 16 donde al “no haber turistas, vivieron una difícil situación socioeconómica”. Para el caso de Quibdó, siempre lo he dicho que al ser capital y como epicentro del desarrollo regional, debe apostar al fortalecimiento de los emprendedores (por niveles como se mencionó antes) con sus productos ya vienen siendo fuertemente trabajados y, podríamos decir, que están a un «pelito» de convertirse o consolidarse en empresas que generen unos 100 o 200 empleos que sea una estrategia de mitigación de los grandes problemas que tenemos, entre ellos la reducción del desempleo y la inseguridad. Por eso pienso, sin ninguna duda, que se trabaje con las bebidas tradicionales del viche (Vigua, Canao, Don Pana y Viche Experiencia), pasabocas de nuestros productos agrícolas (Río Chips y deshidratados Ananas), nuestra gastronomía (Pasteles Doña Ana), la Cúrcuma y la “popochoharina” y el ecoturismo (Ecotour por el Atrato, Jotaudó, Tutunendo, Ichó y hasta El 18), entre otros. Pero para que estos emprendimientos (ideas, negocios, etc.) pasen de una vez por todas a empresas consolidadas y no quedarse únicamente en presentaciones en ferias, basares, festivales y cuanto evento haya. Aquí es bueno revisar, actualizar, fortalecer y ejecutar el documento de «Política Publica de Desarrollo Económico, Empleo y Productividad para el municipio de Quibdó (2019-2031)» que se elaboró en el periodo del recientemente fallecido “profe” Isaías Chalá y creo que no se ha puesto en funcionamiento.
Por eso, se deben copiar modelos nacionales de producción del café en el Eje Cafetero, la panela en Villeta (Cundinamarca), la caña y la uva en el Valle del Cauca, la textilería en Don Matías (Antioquia), el marañón costeño (Anacardium occidentale) en el Vichada, el turismo en Melgar (Tolima) o el bocadillo en Vélez (Santander), por citar solamente algunos ejemplos. Donde notamos la identificación de un producto bandera para el fortalecimiento de una cadena productiva que impulse el desarrollo sostenible de dichos municipios y departamentos. Pero un solo producto que abarque toda la cadena, que toda la comunidad se mueva y sienta que vive en torno a él. Que sea el motor. Que uno llegue y toda la economía sea entorno a ese producto. Se vean hectáreas de ese cultivo. Desde luego, sin descuidar los demás productos y/o sectores. Los cuales irían como “accesorios a él”. Por ello, hablo de producto bandera, lo que en ecología se llama “especie bandera, paragua o sobrilla: especies seleccionadas para tomar decisiones relacionadas con la conservación (gestión), porque protegiendo (aprovechando sosteniblemente) estas especies, se protegen (fortalecen) de forma indirecta (y directa) muchas otras especies (productos y sectores) que componen la comunidad (localidad) de su hábitat (economía)”.
Pero aquí es importante, definir dicho producto y trabajar en pro de él. No podemos estar “fingiendo hacer cosas, pero no hacemos nada”, que como “Vicente… para donde va la gente” y permanentemente estar cambiado según la “moda” y no establecer ninguno. Y, sobre todo, tener una visión empresarial. No podemos estar solamente pensando en el “autoconsumo” y el “pancoger”. Que a pesar de reconocer que “el negocio es fuerte en otros países, nosotros solo lo vemos como algo de subsistencia, como una especie de “alcancía»”. Seguir en el asistencialismo, en el subsidio, en busca del apoyo gubernamental. No buscamos y nos comprometemos con los créditos para que las cosas “le duelan a su dueño, al que ha invertido; no lo que es regalado o es de todos, porque a la final, no es de nadie, a nadie le duele”. Que no nos de miedo el negocio grande y al contrario, facilitamos las cosas para que se beneficie otro de afuera. Que no pase como “Suiza que es el mayor productor mundial de chocolate, sin tener sembrada ni una mata de cacao. Pues viene a Latinoamérica a llevarse la materia prima”. Como dijo Manuel Belgrano «Los países civilizados no exportan materia prima sin antes transfórmala localmente, de lo contrario estarían creando ocupación en el país comprador y desocupación en el país proveedor. No exportemos cuero, exportemos zapatos». Para ello es vital que nos asociemos y se trabaje unidos en cooperativas, asociaciones u otras organizaciones que permitan comercializar en conjunto, definiendo roles claros en los eslabones de la cadena productiva: producción-transporte-transformación-comercialización. Pretender que todo lo maneje una sola persona es difícil. Y, por otro lado, aceptar que en cualquier momento se debe aceptar que otras personas consoliden los que hemos gestado o creado. Como dijo Kaleth Morales: “Bueno, llegó la hora de la verdad”.
Debemos cambiar el Comportamiento (Actitud + Aptitud + Mentalidad del individuo chocoano) para asegurar el cambio de los “seis patrones culturales (de lo mínimo, del despilfarro, de la mentalidad cortoplacista, la incredulidad, la actitud negativa frente a la vida y del poco apego a nuestras potencialidades) que los chocoanos deben cambiar para convertir las riquezas naturales y potencialidades en fortalezas reales de su departamento” que publicó la profesora Victoria Blanquised Rivera de la Universidad Luis Amigó, de Medellín. Por eso insisto en la formación de nuevas generaciones, de nuevos líderes, que tengan una nueva visión y que estén dispuestos a liderar este barco que sucumbe en fuertes olas. Por ello en los últimos tiempos he centrado mi atención en la capacitación de docentes y estudiantes de los grados 10 y 11 de diferentes instituciones educativas del Chocó que plantearon a través de la “Maleta para Pensar” de la ESAP, lluvia de ideas de productos banderas para el departamento, como una forma de aportar mi grano de arena a este propósito. Lo cual se complementa con llamados de atención por este semanario los cuales he titulado “educación para el emprendimiento y el desarrollo” y “el aporte de la educación y la nueva generación”. Para que, como regalo a los 100 años de vida departamental del Chocó, completemos la frase de Diego Luís Córdoba y que con la educación se incluyan el emprendimiento y en la inversión público-privada, pues ““Por la ignorancia se desciende a la servidumbre y por la educación se asciende a la libertad” y a la generación de empresas de nuestras potencialidades sociobiodiversas que sirven para nuestro desarrollo sostenible y a la reducción de los negativos indicies de vida que tenemos en el Chocó”. En ese sentido, ´prontamente espero mostrarles avances significativos o hechos reales sobre estos escritos y q no son solo palabras.
Porque como dijo Hansel Camacho en la canción “lamento Chocoano” de Guayacán Orquesta: “¿De qué nos sirve tener riquezas minerales, costas en los dos mares, tantos ríos y caudales y tantos valores, si nunca han redundado en beneficio del pueblo? Chocó, algún día tendrás alguien que te quiera, que luche por tu pueblo, combata tus problemas y tú serás grande ante el mundo entero”. Lo cual se fortalece con la canción “Compromiso” del Grupo Sereno: “Chocó querido, de fuerte raza, cueste lo que cueste te defenderé… ¡Si, contigo me comprometeré! Ya no es tiempo de seguir con la apatía, de seguir ostentando una falsa riqueza natural, de seguir creyendo que somos menos. Ahora es tiempo de luchar para ganar. Que no te roben, que no expriman, que no hieran tu orgullo de valiente, que no azoten más tu dignidad; que ya es hora de vivir decentemente, por tus hijos, por tus nietos, por todos tus dolientes. Atender esta causa con amor, que más tarde no te tilden de cobarde porque al pueblo no le distes el corazón. ¡Cómo te quiero mi Chocó!“.
