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EL MILAGRO DE LAS EPS/IPS EN TERRITORIOS Afros. Por:Víctor García Ayala

Por:Víctor García Ayala

Un amigo mío – que ya no lo es – le dio por pensar y le dolió la cabeza. mañana le operan el cerebro de “síndrome de ósmosis ideológica”. Indagando por la causa de su deceso, descubrí el acta de defunción y en el último párrafo, decía: al ingreso de su amigo al Hospital San Francisco de Asís, se encontraba en estado comatoso agudo avanzado; al abrirle el cráneo con una cegueta de acero inoxidable y, separarle la parte de arriba, se le observó al cerebro en posición impropia, sentado en la silla turca, deletreando – aún calienticas – palabras y estrofas cómo: seguridad social, (salud, pensiones y ARL), prestación de servicios, citas médicas diferidas, medicamentos no POS, hipertensión, cirugía cardio vascular, azúcar, alimentos cárnicos procesados, Paloma Valencia, EPS, IPS, droguería cruz verde, sanitas, proveedores e infraestructuras locativas para la prestación del servicio de salud, Ley 100 y otras. En su último acto de lucidez, comprometió las neuronas que le quedaban vivas, y que le sirvieron para “auto descubrirse” la causa de su muerte; las introdujo en la centrifugadora y realizó su encendido hasta alcanzar la máxima velocidad posibles; y al cabo de 24 horas, leyó en la computadora el resultado del laboratorio: el orden de los factores no altera el producto.

Hospital San Francisco de Asís de Quibdó


Preocupados por los resultados, el Hospital convocó de urgencias una junta médica del más alto nivel, para que los galenos y científicos estudiaran, verificaran y dictaminaran, utilizando todos los medios y recursos a su alcance, las verdaderas causas del supuesto deceso. Iniciado el estudio, la primera evidencia que encontraron, fue, que al catálogo de palabras utilizadas por el auto medicado paciente, le hacían falta otras: régimen contributivo, medicina prepagada, fondo de pensiones invertidos en la construcción del puente Chirajara; tasa de cambio, volatilidad del dólar, pre infarto cerebral provocado por el borrador del Decreto presidencial que reglamentará la Ley 100, para girarle a las EPS, las UPC; a las IPS se les hará directamente el pago de unidad por capitación y que a partir de aprobada la reforma a la Ley 100, el sistema de la salud en Colombia ampliará su cobertura a los 716 municipios y veredas que no tienen un puesto de salud, y/o hospital de primero y segundo nivel; se implementaran la medicina preventiva, la gratuidad de la salud a la población que no tenga asignadas EPS, IPS y Primeros auxilios, en la cuenca del pacífico y en todo el territorio nacional.
Complementada con estas palabras científicas y técnicas a las predicadas por el paciente auto medicado; e introducirlas todas, en la misma centrifugadora, conectada al mismo enchufe, y a la misma velocidad, se evidenció en menos de dos segundos, en el mismo computador, este resultado: él orden de los factores si altera el producto.
Obtenidos estos resultados disímiles, el Presidente adicto a consultarle sus decisiones hasta el último de los colombianos, y aun así, enviar estos para su cotejo y verificación, le fue informado de parte de la OMS y del Banco Mundial, que no solo ésta, si no también, las reformas complementarias a la de la salud; la laboral, de pensiones y la ley del Plan, cumplían con todos los estándares internacionales exigidas por las aseguradoras de riesgo, alcanzando una calificación de 5 puntos.
Verificados los exámenes realizados por el psiquiatra, los del psicólogo, del neurocirujano y del acompañamiento de la trabajadora social y la nutricionista; hecho el diagnóstico, en él se informó la causa del supuesto “síndrome de ósmosis ideológica” a su amigo auto medicado, indicando que, por un momento de descoordinación del cerebro, al leer los alcances jurídicos, económicos, sociales y culturales de la reforma a la salud, le produjeron cierta invasión de información mediática, tipo, fake news, con contenidos de golpes blandos, haciéndole leer contrariamente las palabras, cómo: sistema de salud y, el cerebro entendía, ideologización política; insulina por ideología, Carolina Corcho por, reglamentación de la Ley 100; superintendencia de salud por, Escuela de formación ideológica; Ministro de salud, igual que ideología. Cuando leyó Presidente Gustavo Petro Urrego, presentó la mayor crisis de intoxicación cerebral y cesó de interpretar con lucidez, desde diciembre, a la fecha que se radicó la reforma a la salud, en el Congreso de la República. A cualquier opinión del gobierno Petro, interpretaba su cerebro, en seguidillas: Petro = guerrillero, asesino, borracho, incumplido, agitador de ideologías laborales, educativas, de justicia y paz, de defensa, agricultura y minería; falsos positivos, comunidades negras, indígenas LGBTIQ+; y hasta imitó a María Jimena Duzán: Petro es un adicto. Francia Márquez = primera línea; helicóptero = Francia Márquez, y, así sucesivamente, muchas ideologías, mas, hasta que pre infartó cómo cuando al celular se le llena la capacidad de la memoria con información banal, se queda en chok, se le inundan las aplicaciones y pierde la capacidad de reacción; y ahí si, ni porque María Fernanda Cabal trabaje de recepcionista en el hospital o, de mensajera en Sanitas: a cerebro inundado, EPS prestando servicios de calidad; IPS funcionando bien dotada de equipos quirúrgicos y droguería entregando medicamentos seguros y a tiempo, en este gobierno.


El punto 4 del dictamen del cuerpo médico arrojó el siguiente resultado, enviado al legista, para sus competencias, así: una vez ingresado el paciente auto medicado, el Hospital lo atendió prestándole los primeros auxilios, se le hizo reanimación, se le dio oxigeno boca a boca; se le tomaron los signos vitales, se le internó en cama USI; se le hizo tratamiento con ácido fólico; alginato de sodio y sulfato 1g, para estabilizarles la anemia falciforme y el cuadro gástrico que presentaban; se le ordenó una dieta saludable a base de proteínas, carbohidratos, verduras y muchas frutas; se procedió a realizarle electrocardiogramas periódicos, se le conectó al cerebro el sistema de electrodos y al cabo de 10 horas, dio muestras de sus primeras palpitaciones cardiacas. Al practicarle una tomografía y una audiometría y dársele medicamentos regenerativos al sistema nervioso, exclamaba con extrañeza: mamá mía, donde estoy, quien me trajo aquí, siento el estómago pegado al espinazo, tengo hambre, quiero pan, galletas, chocolatina, paqueticos, bastante salchichón, bebidas azucaradas. Sorprendidos, el cuerpo médico, saltó al unísono. Jubilosos decían: se dio el primer milagro de las EPS/IPS en territorio de afrocolombianos. Parece que entró a regir el Decreto reglamentario de las EPS, y las IPS tienen flujo de caja suficientes. Ya llegaron los medicamentos completos, seguros y a tiempo. Se podrán seguir salvando muchas vidas.
Después de 4 horas más, sometido a estricta observación y al cuidado de la toma de los medicamentos, la junta médica, luego de observar amplias mejorías en la salud de su amigo automedicado, decidió antes de darle salida, realizarle un tez de prueba sicomotora al cerebelo, llevarlo al teleprónter, indicándole leer, en letra menudita, el siguiente párrafo, que leyó claramente: El servicio de salud colombiano atraviesa una prolongada crisis estructural en el sector de la atención primaria, en sus Hospitales y clínicas públicas y privadas; en la entrega pronta y eficientes de todos los medicamento a los usuarios, de parte de las EPS y, algunas droguerías, en coordinación con toda su cadena vertical; esconden los medicamentos no POS a los pacientes, y alegan al gobierno que hay desabastecimiento de drogas en el mercado, por la guerra que se lleva en Ucrania y lo presionan para que les gire mayor participación de los recursos del sistema.
Todos los gobiernos anteriores, desde que se aprobó la Ley 100, se encargaron de quebrar los hospitales del Estado, repartirle el mayor número de los pacientes a las grandes EPS, facilitarles comprar inmensas fincas que las presentan como Centros recreacionales, Cajas de compensación para los usuarios del sistema del servicio; consignarle en los bancos del grupo Sarmiento Ángulo los dineros de los pensionados para que los renten e inviertan en el sistema financiero, y, en la construcción de puentes y carreteras y otras obras de infraestructuras, incluidas, los edificios que han comprado con los dineros de la salud, cuando el compromiso es que, debían tener toda la infraestructura y logística necesarias para poder contratar con el gobierno, una prestación digna de los servicios, a la salud de los colombianos.
El gobierno del Presiente Gustavo Petro, luego de girarle a las EPS por adelantado, 7.8 billones de pesos, al mes de diciembre de 2023 – todos los recursos para su funcionamiento – y que la Contraloría, la Super intendencia de salud y el Ministerio de salud descubrieran, que de las 157 EPS creadas en Colombia, han quebrado 130 y hoy solo funcionan medianamente 12 y, 4 tienen sus estados financieros actualizados; y de otras, del cual no se tiene claridad de su estado en el sistema; decidió hacer uso de las facultades que le otorgan la Ley 100, para producir el Decreto reglamentario que le exigirá a las EPS, adoptar el mecanismo de la auditoría a los dineros que percibe del gobierno central; darle la opción a las EPS de reformarse y prestar servicios primarios hospitalarios, en los 176 Municipios y veredas de la geografía nacional donde no llegan estos y, girarle solo por los servicios que presten; suspender la modalidad de la integración vertical en los giros que la ADRES les ha venido realizando y girarle directamente a las IPS, el pago de las UPC por sus servicios. Las EPS manifiestan estar quebradas y no dan razón, que hicieron con las reservas técnicas para su funcionamiento, por loque se hace necesario, crear la vigilancia de una auditoría forense a las cuentas, y, tendrán sanciones administrativas y penales cuando haya lugar, si estas no cumplen con sus funciones.
Cómo ustedes notan, mi amigo me engañó, así como lo engañaron a él las EPS. Estaba era muerto de hambre aguda avanzada, provocada por el estrés que lo llevó al hospital, por estarse creyendo de todo lo que le decían la Paloma Valencia, RCN, Caracol, la ww, y de los gritos de la Catherine Juvinao, enviados desde sus bodegas, instaladas en el Congreso de la República; quienes tampoco están interesados ni quieren leer bien el trámite a la reforma a la salud, oponerse al gobierno Petro y defender los intereses de Sarmiento Ángulo. Les pido mis más sinceras excusas, al haberlos puesto leer este mamotreto, pero, si no es por ese valioso cuerpo de galenos afrocolombianos, hasta yo, seguiría creyendo en ese tal “síndrome de ósmosis ideológicas” como si se tratase de una enfermedad rara o huérfana para los pobres.

Bogotá D.C, noviembre 18 de 2023

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