Murillo nació en el departamento del Chocó, una región de Colombia conocida por su diversidad cultural y riqueza natural. Con una trayectoria que incluye importantes cargos en el ámbito gubernamental como Gobernador del Chocó, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, así como embajador de Colombia en EE. UU. Durante su gestión, ha liderado movimientos y políticas que promueven el desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y la protección de los derechos de las comunidades étnicas y locales.
Desde sus primeras jugadas, ha luchado por lograr un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente, lo que lo ha llevado a ser una figura influyente en la política colombiana y un ejemplo de compromiso con las causas ambientales y sociales. Su procedencia y sus experiencias personales han moldeado su visión y determinación para generar un impacto positivo en nuestro país y el mundo.

Quienes hemos tenido la oportunidad de compartir, socializar y hablar con Murillo, hemos percibido que es un hombre de una sola pieza, discreto, respetuoso, amable y muy inteligente. Por cierto, no toma alcohol; el licor no es bienvenido en sus espacios. Es un hombre de una disciplina extraordinaria, con una visión holística sorprendente, humildad y carisma que nos recuerda a estar al lado de Barack Obama. Los pasos de Murillo son largos, firmes y contundentes.
Particularmente, tuve la fortuna de acompañarlo junto a una comisión de amigos y seguidores en una visita a su humilde casa en Andagoya (Chocó), al lugar donde nació y creció junto a sus padres y hermanos. Escuchar el relato de Murillo sobre su historia de vida, el día a día de su niñez y el momento cumbre cuando, a través de una oportunidad de formación en el exterior, que vino como resultado del alto puntaje obtenido por él en ese entonces en las famosas pruebas de Estado, mismas para las que se preparó con una vieja cartilla regalada por una tía, nos muestra una oportunidad casi nula en ese entonces para jóvenes de este departamento. Murillo pudo salir de su pueblo natal sin tan siquiera tener un buzo o chaqueta para protegerse del fuerte frío de Rusia, por primera vez subirse a un avión y ver desde su ventana la majestuosidad de un paisaje que lo llenó de ansias y esperanzas de tener un futuro mejor.
Esa es la historia de Murillo, una historia de luchas, disciplina, pero ante todo de mucha esperanza. Para él, vienen importantes tiempos de juego, pero de juego limpio, de éxitos y de mucho poder. Cabe resaltar que para Murillo, no existe el medio tiempo; es un hombre incansable, de una disciplina y constancia admirables. Considero que esta razón es la principal que demuestra por qué se encuentra en la posición en la que está hoy. Para él, nada ha sido por suerte, por rosca o por su porte de hombre negro grande y poderoso.

Así que, dejen jugar al moreno. Les auguro que conducirá a este país a un gran puerto seguro, lleno de oportunidades para el crecimiento y desarrollo económico, pero también con amplias, estables y productivas relaciones internacionales. Murillo viene de abajo, tiene el radar de nuestro país, conoce esas necesidades de la Colombia profunda y olvidada, pero también sabe las dinámicas de las regiones con un gran potencial económico, político, social y cultural.
Los ataques hacia él serán muy comunes por estos días. Buscarle la caída será el propósito de muchos políticos corruptos, ineptos y de quienes se creen dueños de este país. Por esa razón, insto a mis paisanos a que nos unamos para rodear a Murillo con nuestro apoyo y desear lo mejor para él. No apoyemos ni circulemos estas campañas oscuras. Él es un gran referente para nosotros.
La experiencia personal de Murillo lo ha llevado a ser un ejemplo para nosotros, demostrando que es posible superar desafíos, no solo a nivel personal, sino también para su gente y su país.
¡Adelante, #CancillerMurillo!
By,
Mujer Bonita
Analista Política
Chocoanita 100%