El profesor “Hinchao” llegó a la cita de mi cumpleaños muy temprano, el reloj de mi celular no marcaba aún la hora fijada -4 pm-, cuando apareció con su bombardino a cuestas y con una jovialidad como preludio de lo que iba a ser y fue el resto de la tarde y de la noche, llena de amor, camaradería y alegría, por lo que estaré eternamente agradecido con mi esposa, hija, hermanas y demás familiares que se encargaron de la organización, decoración y parte de la atención de los invitados, así como con el sinnúmero de amigos que atendieron la convocatoria y que desplegaron amistad, calor, amor, alegría, regalos y muchos sobres que aunque no los pedí, fueron igualmente recibidos -Porque según mi criterio, el que tiene mano coge, pero no lo ajeno-, los que fueron a parar no al fondo común de la fiesta, sino a mi bolsillo derecho, al rubro de asuntos varios de avivatos.
Estuve feliz y espero que los participantes también, porque el ambiente lo permitía, amigos con los que no compartía hace rato, porque por distintas razones, entre ellas las de orden público, nos hemos privado de ir a la carrera Segunda o a la Cuarta, donde acostumbraba degustar un buen tinto en compañía de conocidos y cercanos, por lo general con el objetivo de intercambiar sobre la cotidianidad o sobre algún hecho en particular de trascendencia local o regional; porque los quibdoseños perdimos las esquinas o calles de los barrios, ya no nos frecuentamos y solo quedan: La esquina de Ríol, los amigos de la Yescagrande, la esquina de Rogelio Fulton Velásquez, estos ratos como los de mi cumpleaños y San Pacho, para congregarnos y disfrutar en “Paz y Bien”.
Mi jefe de protocolo, etiqueta y glamur, brilló por su ausencia -tiene su fanaticada el hombre-, la que se hizo más notoria cuando al entrar la madrugada, la banda musical entonaba Aurora; supe que su falta a la cita obedeció a su presencia en los actos en su condición de Conjuez en la Cumbre de la Justicia Ordinaria -eso creo pues hasta ahora -, tanto que, lo excusé ante la concurrencia que lo preguntaba con otra realidad menos divulgada, la de una pequeña cirugía, de la que ya salió, que está afortunadamente fuera de peligro y circulando, porque lo pillé el jueves en el Aeropuerto en la compañía de magistrados de lo contencioso y jueces, entre ellos el Primero Administrativo, esperando al ex consejero “Palo”; sin embargo, estuvo con nosotros, pues seguí a pie juntilla alguna de sus recomendaciones, la de ir de mesa en mesa a saludar y estar un rato con los invitados, cosa que creo salió bien, porque percibí que la gente se sintió con más confianza e integrada y hasta se animaron más a hacer uno que otro comentario -Chisme agradable, que no daña y hace reír-, principalmente sobre el tema en boga de la UTCH, del que escribí un artículo que intitulé “El huracán David”; en una de esas mesas en la que permanecieron amigos de la Yescagrande y del sur del departamento, en diálogo por demás reflexivo, Alberto Arce decía: “Estos ratos agradables de compartir con los amigos, es lo que uno se lleva de esta vida terrenal, porque de lo material no se lleva nada, lo que queda son los buenos recuerdos, y eso fue los que quedaron en esta agradable noche y que perdurarán por muchos años”.
Cuando no estaba bailando o gozándome a “Hinchao y su Banda”, aprovechaba para participar en las mesas o en los grupos que se armaban para charlar o hablar sobre lo duro que el “Huracán” había azotado a la UTCH por casi 6 años, pero les preocupaba el sábado la Demanda de Nulidad y Restablecimiento del Derecho que en reparto oscuro y teledirigido, le correspondió al despacho del Juzgado del togado Yeferson Romaña Tello, que tal y como actuaba la justicia en nuestro departamento podría suceder que le reintegraran sus derechos al “Oh Rey David”, en cuanto también se comentaba sottovoce que para este tema se estaban manejando como mil millones, y dicho y hecho: ¿Tocuan? Ni han se sabe, lo cierto es que, el tipo se arriesgó con la venia del de Bogotá; no tiene hígado, es el mismo de los remanentes del municipio por el orden de los 1.300 millones, que sin tener por que contratar abogado, el desaparecido Martín contrató a uno que los reclamó, recibió, los distribuyó y aunque lo detuvieron inicialmente, rápidamente -como a las 12 de la noche-, recuperó su libertad. ¡Esto no es para joder! Devolvió 400 millones y le quedaron debiendo 900 millones al municipio -Yo no sabía que en estos casos el municipio fiaba y los jueces avalaban el fiado-. Yo no sé ese joven como se metió en semejante lío, a él se le olvidó inclusive que tiene cónyuge o compañera permanente que funge como Profesional Universitaria en la UTCH, con quien tiene un hijo, el cual fue registrado ante la Notaría 19 de Medellín. Claro que, como están acostumbrados a negar la familia, cuidado y lo ponen a negar a la señora y de contera el hijo. Y no se ha declarado impedido, ni para conocer del reintegro del Huracán, ni de las tutelas y desacatos contra sindicalistas impulsadas por David.
A mí me duele la UTCH, como faro indiscutible de la educación y desarrollo del Chocó, me duele lo que con ella están haciendo, pero de igual manera, me duele la situación de la justicia en general, porque si funcionara, las cosas que se ven todos los días, no se estarían presentando, no habría tanto pillo suelto dirigiendo el Alma Mater del Chocó y otros administrando justicia en el nombre de Dios y por autoridad de la ley. Aquí no queda otra que la presión social y en el caso particular de la gente buena de la comunidad universitaria.
PDTA: Lo importantes si es que, las magistradas fallen oportunamente y en derecho, pero pretender Norma, Mirtha y Nubia, con el apoyo de Palomino y Lucy Yaneth que van a dejar a un tipo tan impedido como “Pacho” Vidal en la Secretaría del Interior hasta cuando les dé la gana ¡Mamola! Demuestren que no está impedido, pero venir a sacarnos con el cuento de Lucy Yaneth de que, a la Acción de Nulidad de Nombramiento en materia de caducidad, se le da el tratamiento de una Acción de Control Electoral ¡Mamola!
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca