UNA NUEVA ESPERANZA PARA Y POR EL CHOCÓ – Los programas de los candidatos a gobernadores (I) Ramos. Por: Yan Ramos

UNA NUEVA ESPERANZA PARA Y POR EL CHOCÓ – “Conectados, comprometidos y con amor por una nueva era de riqueza y transformación de un Chocó productivo y donde renace la esperanza, por eso es la hora del cambio y decidir bien”
Por: Yan Ramos
La semana pasada conté que según la “LISTA DEFINITIVA DE CANDIDATOS INSCRITOS PARA LAS ELECCIONES TERRITORIALES 2023” de la Registraduría Nacional, en el Chocó tenemos cerca de 1.887 “líderes” (1.626 a concejo, 142 a alcaldías, 111 a asamblea y 8 a gobernación) que presentaron su nombre para dichos comicios y que en general casi todos hablan de “cambio, desarrollo, progreso, unidad, producción, riqueza, esperanza, decisión, conexión, compromiso, amor, etc., que necesitamos urgentemente en esta región. Por ello, me tomé la tarea de analizar seriamente los Programas de Gobierno de los ocho candidatos a la gobernación que según “el artículo 259 de la Constitución Política de 1991 y las Leyes 131, 134 y 152 de 1994 y 741 de 2002, deben presentar como instrumento político y técnico que posteriormente guarde consonancia con el Plan de Desarrollo del candidato elegido; por lo que, es de la mayor importancia abordar el mismo con el rigor que amerita” (como lo mencionan e intentan desarrollar algunos). Lo anterior lo hago con el ánimo de saber ¿qué proponemos, cuántos somos, dónde, cuándo y si somos tantos que queremos el desarrollo del Chocó por qué estamos tan al cucho? Para ello, me centré en las propuestas para el desarrollo sostenible (economía y medio ambiente), sin decir que los otros temas (educación, salud, cultura, deporte, infraestructura, etc.) no son importantes (son vitales) sino que por tiempo e interés profesional prioricé aquellos. Por eso, iré presentando uno a uno según el siguiente orden (y su lema), establecido por la inscripción en la registraduría: 1, Mario Maturana (“CONÉCTATE CON EL CHOCÓ – Mario Maturana ¡Podemos hacerlo!”); 2, Lidis Asprilla (“Con amor por el Chocó”); 3, Juan Amud (““Chocó: una nueva era de riqueza y transformación””); 4, Nubia Córdoba (“Comprometidos con el Chocó”); 5, Patrocinio Sánchez (““Chocó Productivo; renace la esperanza””); 6, Luís Romaña (a la fecha no ha sido posible su consecución); 7, Gilder Palacios (““Con Gilder el Chocó decide””) y 8, Rodrigo Córdoba (“Es la hora del cambio”). Como entradilla general, me llama la atención algunos planteamientos de antiguos gobernantes y hoy candidatos de “echar pa’lante de manera decisiva”; lo que me parece bien y fiel a mi filosofía de mirar para adelante y de yo no culpar a nadie, valoro el “arrepentimiento y las ganas de “aportar””. Porque “…Si así no lo hiciereis, que Dios y la Patria os lo demanden”.
Y si se hace una rápida mirada a los programas, particularmente en el diagnóstico del territorio, no sabemos cómo sobre-vivimos aquí, dan ganas de salir corriendo, de realmente “cambiar ahora todo” como dice un candidato. Aunque hay que tener en cuenta que ya las otras ciudades se están cansando de nosotros, de ser desplazados del Chocó, de ocupar sus elementos, de incrementar sus gastos, podemos ser unos parias sin rumbo, hay que reaccionar y actuar. Por eso, si revisamos sus lemas de campaña, podemos observar que, en general, todos coinciden en lo mismo prácticamente, varía en un bajo porcentaje en una u otra cosas, en la forma, la manera, el momento, pero casi la misma vaina; con ellos podríamos armar una frase contundente: “Conectados, comprometidos y con amor por una nueva era de riqueza y transformación de un Chocó productivo y donde renace la esperanza; por eso es la hora del cambio y decidir bien”. Porque he dicho en muchos escritos y lugares que “el Chocó posee una alta diversidad social y ambiental, con una extraordinaria riqueza sociobiodiversa; pero carece de un alto crecimiento y de grandes opciones de desarrollo, que hace que hoy tengamos una grave crisis institucional, social, económica y política, que hoy es considerado como una carga estatal y un fracaso como entidad autónoma e independiente, siendo cada día amenazada su continuidad como ente autónomo e independiente en la actual década, con más de 40 instituciones con asiento aquí, pero que son “manejadas” desde otras ciudades. He manifestado que al Chocó le queda hasta las 23:59 del 31/12/2029 (6 años, 4 meses, 19 días y 10 horas, al momento de hacer este escrito) para mostrar “finura”; para cambiar su realidad y poner en marcha lo que plantean los candidatos en sus programas (dos períodos gubernamentales 2024-2027 y 2028-2031).
Y aquí exactamente me llama la atención que en dichos programas no se hable de la autonomía administrativa, de la RAP Pacífico, de la RAP de los dos mares con Antioquia (que avanza a pasos agigantados en el vecino departamento y con propuestas de los candidatos de allá de “a otro nivel” y nosotros pensando en el camino Quibdó-Pacurita, ¡qué más da!) y que algunos, de forma timorata, planteen la “creación y puesta en funcionamiento de empresas que aprovechen decididamente nuestras potencialidades naturales; que como en otros lugares del país (con la implementación de modelos económicos como el del café en el Eje Cafetero, la panela en Villeta (Cundinamarca), la caña y la uva en el Valle del Cauca, la textilería en Don Matías (Antioquia), el turismo en Melgar (Tolima) o el bocadillo en Vélez (Santander)) se abarque toda la cadena y que toda la comunidad (subregión) se mueva y sienta que vive en torno a un producto”, bajo la premisa personal que «necesitamos la inversión privada que jalone y multiplique la inversión pública”. Para que “dejemos” de ser únicamente emprendedores, de andar en toda feria y evento de exhibición. Para ello, como lo mencionan tangencialmente en los programas, he propuesto que se seleccione uno o pocos emprendimientos, que ya vienen siendo fuertemente trabajados y, podríamos decir, que están a un “pelito” de convertirse o consolidarse en empresas para que aporten a lo antes mencionado y concretar una especie de Parque Empresarial Agroambiental, Industrial y Ecoturístico del Chocó – PAICH” o “zona franca con diferentes Clúster”, como una estrategia de unidad, economía, desarrollo, seguridad, etc. del Chocó.
Otro aspecto general que llama la atención, que si bien casi todos mencionan los Acuerdos del Comité Cívico por la Salvación y Dignidad del Chocó con el Gobierno Nacional (y así debe ser) no incorporan los otros instrumentos de planeación que se han hecho como la Agenda de Competitividad 2032 de parte de la Cámara de Comercio del Chocó y la Visión Chocó 2050 que lidera el Comité Cívico por la Salvación y Dignidad del Chocó y que se articuló con muchas instituciones regionales, etc. Por eso, es importante que se crucen, analicen y evalúen las líneas y proyectos a ver si estamos repitiendo. Y no generar macro documentos que incluyen aspectos que no sé qué tan relevantes sean, muchos textos, muy soñador, románticos y con acciones que no se lograran en el corto y mediano plazo; que nadie nunca más, ni ellos mismos tan siquiera, vuelven a revisar y que de verdad sea la brújula que guíe la administración. Que no se sabe con qué recursos y cómo se implementarían. Por eso insisto, que se generen documentos concisos y concretos. No se necesita que cada gobernante se gaste seis meses, contrate una firma, hagan un poco de talleres y, por ende, gasten mucha plata para escribir documentos con más de 300 páginas que nunca más vuelven ni a mirar. Por eso es imperativo centrar las acciones en dos o tres cosas urgentes (“porque lo urgente mata lo importante”) y tener planes cortos, concretos y realizables. Mejor que se haga una matriz (Excel) de dos o tres páginas concretas con esos acuerdos del paro y demás, pónganles metas, responsables, fechas, costos, estrategia, etc., y aportar a su logro en el corto, mediano y largo plazo; centrarse en eso. Lograr una parte al menos, y allí vamos avanzando «con confianza» y que «todo sí es posible». Ya depende de nosotros mismos con el potencial educativo que tenemos, empezar a trabajar unidos, porque el tiempo se nos agota y debemos dejar de ser un pueblo desgraciado. Porque de nada servirán una RAP, Planes de desarrollo o gobernantes con sus lemas de Ruta Q, Generando Confianza, Chocó Humano, Ahora le toca al pueblo, Lo estamos haciendo posible, Pacto por Quibdó, los actuales, etc., etc. Ni mucho menos va a venir Petro porque le colocamos unos “altísimos votos” (cerca de 100.000), que, si bien para nosotros es mucho porque representan alrededor del 97% de nuestro potencial electoral, pero en el concierto nacional (que se habla de millones) no es que sean muy representativos. Por ello, he insistido, y aceptando los “madrazos”, que no pesamos y no nos tienen en cuenta; no es culpa de ellos, sino de nosotros mismos en primer lugar. “Si uno mismo no se respeta, porque esperar que el otro si lo haga”. Y para ellos hay muchos ejemplos o miremos uno actual: se caen unos puentes en el río La Vieja entre los departamentos de Valle del Cauca y Risaralda o en Quetame (Cundinamarca), e inmediatamente es noticia nacional y se mueve el aparato estatal para su solución. Claro, es mucho lo que se mueve por allí y se aporta el PIB. Peo en el puente de El y Encharcadero (Istmina-Condoto) qué? Recordemos que el IDH muestra a Bogotá, Valle del Cauca, San Andrés y Providencia, Atlántico y Caldas en los primeros lugares; y al Chocó, La Guajira, Guainía y Vaupés en los últimos puestos, por solo citar un índice económico nacional.
Por necesitamos que nuestros gobernantes al menos tengan “sentido común”, ganas, actitud, disposición y quieran realmente apostarle al desarrollo socioeconómico que, de una u otra forma, plantean. Y no sólo los gobernantes, sino todos. La comunidad también somos culpables. Estamos en círculo vicioso que todos somos responsables. ”No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo” (Albert Einstein). Pero aquí vale la pena resaltar la cantidad de profesionales y jóvenes que se inscribieron. Felicito, valoro y resalto la fortaleza y valentía de aspirar de nuevas personas, especialmente los jóvenes profesionales. Nos quedamos solo hablando y nada que aportamos. Dieron el paso, quieren aportar que nuestra situación cambie, ¡supongo! Como muchos dicen “el problema se arregla es desde adentro. Pr eso hay que hacer como el virus que ataca dentro del organismo”. Pero esperemos que sea un virus claro y con determinación, y no sea “peor la enfermedad que la cura” y con las leyes de la genética (“lo heredado, lo innato y lo adquirido”) más desilusión y tristeza. Porque como me dijo un colega: “Esto lo pone a pensar a uno muchas cosas, ¿es un problema cultural, es un problema racial, es un problema de sentido real de pertenencia? Etc. Etc. etc…”. Lo que nos lleva a plantearnos: ¿cuál es mi papel para lograr el anhelado desarrollo del Chocó? ¿Soy Chocó-pesimista o Chocó-optimista? Entonces, sabemos y queremos el qué, el dónde y el cómo, ¡creo! Pero, la pregunta que me imagino que todos nos hacemos es ¿el cuándo y con quiénes actuamos? Tenemos que hacer algo por el Chocó, la región nos necesita. “#PorqueLaAventuraApenasComienza”.
