MANO PELE, CHUSPA AL SUELO“Algunas lumbreras de hace 50 años”’Por :Odín Sánchez Montes de Oca


Yo estudié con un pariente de nombre Valentín Palacios Hinestroza -quién anda, según dicen, por Curazao-, hijo de mi tía Ilia Hinestroza, hermana de uno de los Juan B. el que fue gobernador, y esposa del Profesor Arnobio Palacios, oriundo también de Yuto, y de quien leí el árbol genealógico de Antonio Abad Hinestroza Mena -mi bisabuelo-, uno de los fundadores de la cabecera municipal del Atrato; quien en alguna ocasión, con la actitud sobreprotectora y de alcahueta que caracteriza a las madres chocoanas, no recuerdo porque imprudencia de muchachos, cuando estudiábamos en la Escuela Normal Superior de Varones, por la que, como castigo nos habían puesto de paticas en la calle, enviándonos a nuestras casas para que lleváramos al colegio a nuestros respectivos padres o acudientes, estando ya en la Normal, y cuando escuchábamos la retahíla de Jorge Valencia el rector, y de Conrado Moreno, profesor de Fundamentos de la Educación, mi tía Ilia un poco alterada manifestó: “A esos muchachos se las tienen velada, porque todos son unas lumbreras”.

Primera sede


Estaría impedido para sostener con mi tía Ilia que, los condiscípulos, y quienes egresásemos hace 50 años de la Escuela Normal (año 1.973), nos hayamos destacado por ser notoriamente inteligentes o poseer conocimientos excepcionales, uno, porque no puedo ser juez en mi propia causa, y dos, porque yo era de los que esperaba que Héctor Moya, profesor de Anatomía y Química, y Ramon Olier Murillo, de Física, titulares de las asignaturas más difíciles o temidas, se tomaran unas vacaciones o se descuidaran, para que el también profesor Nicomedes Mena Mayo “Nimema”, en una especie de ganga, realizara las validaciones y habilitaciones de materias que no dictaba, para que quienes las habíamos perdido por inasistencia o bajas calificaciones las pasáramos más fácil al practicarnos el esas pruebas, así posteriormente, y cuando estos regresaran, se armara las de Troya, porque por lo general venían los reclamos de estos a “Nimema”, por cuanto que, de los valores que se cobraban por dichas pruebas o evaluaciones, un porcentaje, si no todo, le correspondía a quien las practicaba, de tal manera que, siempre se presentaban los justos reclamos del Licenciado Moya Guerrero al profesor Nicomedes Mena. Yo recuerdo que en alguna ocasión, fuimos hasta la casa del profe Nicomedes en el Barrio Niño Jesús a realizar las habilitaciones, había citado para las 7:30 o 8 am, y luego de recibir los fichos de comprobante de pago de los exámenes, procedió a ubicarnos en distintos sitios de su sala, nos entregó el papel para el examen: Una hoja de papel oficio doble rayado, y se dirigió a la cocina, donde al parecer estaba preparando unas masafritas para el desayuno, se demoró un rato, y al salir engulléndose una, nos miró a quienes estábamos pendientes que nos dictara los puntos: “¿Es que ustedes creen que yo les voy a dictar las preguntas y a respondérselas? Nooo, usted -señalando a uno de los que nos encontrábamos mal acomodados en la sala, había gente hasta en el piso-, hágase 5 preguntas y conteste 4 buenas y una regular, usted, 4 buenas y una mala, usted -señalando a otro-, 3 buenas, una regular y una mala”, así, hasta completar los alumnos que estábamos presentes en la sala de su casa, para luego decirnos: “Cuando terminen, me dejan los exámenes en esa mesa y se van para su casa que yo les llevo las notas a la secretaria”.
Por supuesto que, no todos los alumnos de esa promoción jugaron a validar o habilitar 2 materias para poder aprobar el curso, estudiaron conmigo, desde la anexa, con Isacio o con Saray, hasta el último año de Normal muy buenos estudiantes como: Milton Fabian, el hijo de Luis Ernesto Mosquera (LEN), “Lucho” Lemos y “Poncho” Useche, que en paz descansen; buenos o juiciosos también: “Pacho” Álvarez -el consentido de Sofía Córdoba-, Oswaldo Valencia Hurtado “El Mio Cid” -oriundo de Riosucio-; eran tan buenos los de esa promoción que, haciendo 4to año, en un paseo se ahogó el compañero Juan Soel Bejarano, y no faltó el loco que dijera que lo habían matado porque era un buen estudiante, es decir, “Una lumbrera”. Paro aquí para pedir excusas a quienes, siendo buenos, no mencione, pero el espacio se me agota, y no me perdonaría que dejara sin reconocer a los sobresalientes o lumbreras de verdad, entre ellos a Ricardo Areiza Martínez, excelente con los números -de los Areiza de La Variante, al frente de Yuto-, y Esaú Ramos Ledezma, de quien no sé su paradero, requetebueno en matemáticas e idiomas; se sabía tan sabio que, no se quien le vendió la idea de que los científicos eran calvos, y sin serlo, en épocas de afro o cabello alto, a punta de tijera y cuchilla se calveó la cabeza para sentirse un científico.
PDTA: “El Cordobismo en su laberinto” -conforme Rufino-, su Directorio Departamental recibiendo billete para retar a “El Bagre” y a la Dirección Nacional Liberal, y los otros, incluyendo los alternativos, creyéndose cada uno mejor que los demás. ¡Pónganse de acuerdo, que, de no hacerlo, Quibdó no se los perdonará!
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca

La nueva Normal

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