UNA NUEVA ESPERANZA PARA Y POR EL CHOCÓ – Dó-turismo y el liderazgo empresarial. Por: Yan Ramos


Como una manera de demostrar la gran riqueza hídrica que tenemos, y que resalté ampliamente la semana pasada con el aprovechamiento y comercialización del agua potable envasada, quiero continuar con este mismo tema analizando esta vez otra fuente de oportunidades que tenemos: el ecoturismo centrado en nuestros ríos, es decir el ecoturismo de agua dulce (porque el mar en otra columna, no se desesperen) a los varios lugares que todavía nos quedan por aquí cerca, el “ecotour” al Atrato, Jotaudó, Tutunendo, Ichó, El 18 y al San Juan; especialmente en mi famosa y prospera zona de Diralcun (Atrato, Lloró, Cértegui y Unión Panamericana). Por eso, resaltaré dichos lugares y destacaré algunas iniciativas, opciones y empresas chocoanas que vienen apostándole al liderazgo empresarial en este tema. Que, si bien prestan el servicio a todos los destinos, enfatizaré en algunas de sus especialidades. Por ejemplo:


El río Atrato: Como dijo el maestro Jairo Varela en su famosa canción Atrateño: “desde El Carmen de Atrato hasta las Bocas, mi sueño”. ¡Y qué sueño! “Cosa más grande caballero”. Afortunadamente he tenido la dicha de recorrer el río desde más arriba de Lloró hasta su desembocadura en el Golfo de Urabá. El país, y lo que es peor, mucha gente del Chocó, incluyendo a muchos de sus gobernantes y líderes, por ejemplo, desconocen lo bueno que es recorrer las aguas del Atrato, desde su parte media hasta el Bajo Atrato; pasando y parando sin prisa, tranquilo, relax y con una buena embarcación, buena música y unos “buenos traguitos” en Las Mercedes, Tanguí, Beté, Tagachí, Bellavista, Riosucio y demás pueblos intermedios. Disfrutar de una sabrosa caña dulce, un bocachico o doncella fresca, la flora y la fauna (los sonidos emitidos por los monos aulladores), las inmensas y tranquilas ciénagas, etc. “¡Pura vida!”, como dicen los “Ticos”. Y como decimos en Colombia, “Y quien lo vive es quien lo goza”. A lo que yo le sumaría, y como estrategia de darle más vida al Malecón (que hoy padece un triste y peligroso abandono), un corto recorrido desde allí hasta la boca de Munguidó y terminando en un adecuado descanso en casas palafíticas turísticas del barrio Avenida Bahía Solano, con una buena bebida y un buen plato típico. Para los que quieran, complementan este recorrido con un ecopaseo por el bosque aledaño hasta llegar al futuro Jardín Botánico de Jotaudó, como lo plantee en escritos anteriores. Y soñando más, si estuviera la quebrada La Yesca bien canalizada, arbolada y bien presentadas sus orillas y el caudal como tal, pueda servir de paseo turístico por todo Quibdó, desde el barrio El Caraño hasta la desembocadura en el Atrato. ¡Una Venencia! Entiendo que hay empresas que prestan este servicio por todo el río como “ChampaMia, asociación ecoturística y cultural” e “Ilewa; turismo cultural y de naturaleza”.


“Río de aromas”: Ustedes no me perdonarán si en este escrito no incluyo nuestro más emblemático lugar de recreación, como es Tutunendo, Ichó y sus alrededores (Cascadas Sal de frutas y Chaparraidó, La Angostura, etc.) hasta El 18. Servicio que prestan varios operadores, entre ellos “Tour de Ríos: Chocó experience”, lo que, según ellos, “es un recorrido para disfrutar de los paisajes y cascadas propias de este río de aromas que incitan a la relajación y desconexión de la ciudad”. Desde luego espero que hayan leído bien en “lugar de recreación”, porque se requiere más fortalecimiento para Tutunendo como sitio declarado de “turismo sostenible”, donde el desarrollo local debe girar con esa estrategia, que todo los demás se mueva en torno a ello. Caso parecido a municipios como Melgar en Tolima, Puerto Colombia en Atlántico, San Cipriano en Buenaventura u otro sitios y corregimientos más pequeños. Al respecto, me llama la atención que hace varios años una funcionaria del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, aprovechando una capacitación en la región, decidieron ir a evaluar el potencial turístico de Tutunendo y la conclusión fue muy desalentadora, pues nuestro insigne, preferido y “reconocido” lugar de turismo, no cumplía las especificaciones y en boca de la funcionaria “solo es un balneario de río y ya, sin servicios turísticos conexos”. Por suerte, este es un tema que ya está siendo abordado por el doctorante en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Universidad de Manizales Luis Maturana, quien trabaja en el tema del “desarrollo rural sostenible” para este lugar y afirma que es un “trabajo que implica diversos aspectos, desde lo turístico, urbano, social, cultural, económico, agropecuario, etc.; pero, para que haya una mejora en el desarrollo de toda la población se necesita una mejor planificación en todo. En lo que tiene que ver con la parte turística que no solamente sea ir a nadar, sino el consumo de la parte productiva. Que productos como el plátano y el banano, lo consuman los turistas que van a llegar a la comunidad. Que en el tema de infraestructura no sea una persona de Quibdó o un foráneo quien tenga que llegar a construir obras bonitas para ellos mismos, sino que sea la misma población que trate de mejorar todo lo que tiene que ver con este tema. Pero esta planificación debe estar correlacionada con la Administración Municipal de Quibdó para que todo el mundo no llegue y haga lo que le dé la gana. Si no hay planificación, no hay un buen desarrollo y por ende no se va a mejorar la economía”.
“Ruta del Bizcocho”: Estrategia de desarrollo empresarial a través del turismo ambiental productivo y cultural en Diralcun. Sería una apuesta para la generación de acciones de emprendimiento empresarial a través de la creación y puesta en marcha de la ruta turística como medio de desarrollo socioambiental para las diferentes familias y comunidades de los municipios de Cértegui y Unión Panamericana. Se pretende que cada semana, quincena o mes, según la demanda, se puedan organizar caravanas que aprovechen las potencialidades ambientales, culturales y productivas de la zona, la cual también puede incluir al municipio de la “piña frita”. Se imaginan un relajado y pausado viaje que incluya una visita a la Estación Biológica y Agroambiental Zamia, un algo en Yuto (Atrato), un baño en esas aguas verdeazuladas del río Andágueda y pararse en su unión con el río Atrato (Lloró), bañar en Chintadó y disfrutar de un “gran chicharrón”, disfrutar en La Toma, llegar a Cértegui y disfrutar de sus alimentos y otros placeres; continuar el recorrido con una degustación de productos naturales en Recta Larga y terminar en Salero donde se consiguen diversos entretenimientos; lugar que aprecio mucho por la calidez de su gente y su oferta de recursos naturales, que permitió que hace muchos años se realizarán muchas practicas e investigaciones ambientales, lo que originó la coedición del libro “Salero: “Diversidad Biológica de un Bosque Pluvial Tropical””. En este aspecto, es muy importante lo manifestado por el profesor universitario PhD. Jhon Tailor Rengífo Mosquera, oriundo de la zona y quien afirma que «Recta Larga y Salero han crecido mucho. La gastronomía es muy variada, desde chorizos hasta sancochos complementados con la presencia de fincas para el descanso al natural. Hay emprendimientos sobre cultivos agrícolas. Hay senderos ecológicos organizados por Alianza Natural Colombia para que estudiantes, docentes y turistas puedan observar aves, ranas y sapos. Hay varios hospedajes con piscinas. Y desde luego, al ser un área de reserva ambiental, hay espacios para la investigación y prácticas académicas que realizan las universidades UTCH, Quindío, Javeriana, los Andes y Central. Como se puede observar, hay muchas ofertas, un poco desarticuladas, por eso se requiere el apoyo de entidades para su fortalecimiento”. Sobre Cértegui, “municipio chocoano que tiene un atractivo natural por la belleza de sus ríos, la calidez de su gente y su gastronomía, territorio de paz y resiliencia y que conocer su historia y disfrutar de sus espacios es una experiencia perfecta”; algunos colegas invitan a visitar ““Las Cositas de mi Tierra” donde pueden encontrar productos elaborados a base de maíz (bizcochos (ya entienden por qué el nombre), panochas, mampí, birimbí y la runcha, luego continuar por el Centro Deportivo y Recreacional para la Convivencia Paz Social e Integración Ciudadana (CEDREPAZ) donde están las piscinas y terminar el paseo en el balneario La Sanadora y la cascada en la parte alta del río Quito, a unos 20 minutos de la cabecera municipal”.
Tadó: Terminar este “ecopaseo” a Mumbú, Bochoromá, El Arrastradero y demás bellos lugares que ofrece la vía Tadó-Guarato, que afortunadamente ya está toda en excelentes condiciones para andar y disfrutar tranquilamente. Este servicio lo ofrece Ilewa. Al respecto Saulo Guerrero Córdoba, su fundador y comunicador social, indica que “en lengua Yoruba significa “Nuestra Tierra” y son una agencia operadora de turismo cultural, de naturaleza y comunitario que surgió en el 2017 como respuesta a la necesidad de aprovechar de manera proactiva y estratégica las dos grandes riquezas que tenemos en todo el Chocó: la cultura y la naturaleza… Tienen tres empleados y ofrecen desde city tours en Quibdó hasta excursiones en todo el Chocó. Es una forma de generar empleo y por eso nos movemos muy de la mano de las comunidades para que vean en el turismo una oportunidad de desarrollo real y poder acompañarlas muy de cerca para que mejoren las condiciones en las que prestan este servicio y sean testigos de primera mano de como el turismo es una oportunidad de jalonar el desarrollo sostenible en el Chocó”.
Para Teresa Andrade, representante de Agencia “Dashi Enjua”; afirma que este nombre en lengua emberá significa NUESTRO TERRITORIO, nace con la misión de conectar a los viajeros del mundo con la idiosincrasia, cultura, naturaleza y ancestralidad del departamento del Chocó de la mano de las comunidades locales. En tan solo 3 años y 4 meses de operación ha impactado con su trabajo y operación a varias comunidades en los municipios de Quibdó, Tadó y Nuquí; gracias a las alianzas que ha podido realizar ha contado con la fortuna de movilizar turistas nacionales provenientes de ciudades como Medellín, Bogotá, Pereira, Cali y Neiva y turistas internacionales provenientes de España, Estados Unidos y Reino Unido. Como agencia consideramos que la mayor fortuna de los pueblos Chocoanos está en la gestión responsable y sostenible de los activos culturales y naturales y que por medio del turismo se puede desdibujar lo malo por lo bueno que evidentemente, es más, por eso queremos que dejen de ver a nuestras comunidades como pueblos empobrecidos y nos miren como un paraíso único y autentico para vivir experiencias turísticas al tiempo que se mejoran las condiciones de vida de los residentes generando un desarrollo y crecimiento socioeconómico, rescate cultural y preservación ambiental en los territorios”.
Entonces, se imaginan un sábado y domingo, recorriendo todo esto. ¡Allí está! Tomar el vehículo e irse a recorrer esta gran Dó-riqueza. Nos reconfortamos, venimos cargados de nuevas energías y combatimos estos calores. Están cerca y con las “3B” de bueno, bonito y barato. En vez de irnos a recorrer largas distancias a otros lugares que muy pocos atractivos naturales ofrecen y con las dificultades que ofrecen las vías, y ni habar del servicio aéreo. Por eso, como muchos chocoanos no conocen su territorio, no conocen el mar, sencillamente «no se puede querer lo que no se conoce”. Un ejemplo, es una amiga tadoseña que conocí hace poco, profesora en Medellín, y me dice que ella «apenas conoce su Tadó y algunos pueblos vecinos. No le interesa más. A diferencia que ha andado mucho por los pueblos de Antioquia».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *