¡ALTO AL FUEGO…!! Por Yesid Francisco Perea Mosquera

Las noticias generadas por la violencia a lo largo y ancho del país, nos informaron, desde hace mucho tiempo, de los actos violentos llevados a cabo en Buenaventura, desde donde salió acuñada, creo no equivocarme, la frase “casas de pique”, pues había lugares escogidos para desmembrar a los adversarios que tenían la desgracia de caer en las manos del vencedor. La extorsión, el homicidio, el boleteo, el desplazamiento impuesto, las fronteras invisibles, etc., eran el pan diario de cada día en Buenaventura y las noticias no auguraban posibilidades de acuerdo alguno.
Sin embargo, y a pesar del pesimismo de propios y extraños, apareció el diálogo entre adversarios, a través de la sabia orientación y participación de la Iglesia, bajo el liderazgo del Obispo de esa ciudad, Monseñor RUBÉN DARÍO JARAMILLO, quien no se quedó por fuera de las amenazas en contra de su vida, lo cual llevó, inclusive, a pronunciamientos de apoyo y solicitud de protección por parte de la ONU. Hoy nos encontramos con la buena noticia del rompimiento del statu quo que había sido generado por el uso de las armas, lo que impedía la búsqueda de otra solución que no fuera la violencia; los medios de comunicación nos mostraron esta semana la realización de un partido de fútbol entre quienes fueran enemigos irreconciliables, hasta hace muy poco tiempo. Bueno, esa excelente noticia tiene que animarnos a ser optimistas con el presente y futuro de Quibdó, del Chocó, porque también en otros municipios la violencia es protagonista.
Si en el principal puerto del pacífico fue posible una tregua a la violencia, para darle cabida al diálogo, a la conversación, al deporte y al silenciamiento del ruido de las armas, creo firmemente que entre nosotros también será posible, frente a lo cual, desde esta esquina, invito a la Iglesia en nuestro departamento a no cesar en el empeño de conseguir la tan esquiva tranquilidad, porque no me cabe duda alguna respecto de los esfuerzos que han venido realizando al respecto. También la invitación va dirigida a las distintas autoridades civiles y militares, para buscar el acercamiento que aún no se da entre los adversarios que hoy se pelean por todo; no olvidemos que son chocoanos los muchachos que caen a diario, cuando pudieran estar triunfando en tantas esferas como aquellas que nos brinda una vida en tranquilidad y sosiego.
