MANO PELE, CHUSPA AL SUELO “La Nena” Teresa Perea Mosquera o “La Seño Tere”. Por: Odín Sánchez Montes de Oca

En Quibdó son muy comunes los “Nenes”, así como las “Nenas”, y al escribir esta nota rápida y pasajeramente se ha venido a mi memoria los apelativos de “Nene Casas”, hijo de Senén Casas, el profesor “Nene Puntia”, hijo de Rosa “Puntia”, y el ingeniero Alberto Moreno, que aunque es oriundo de Tanguí, con aprecio se le conoce como “Nene Cabí”, en cuanto que por las féminas se recuerda a Doña Bertha Prettel o “La Nena Prettel”, madre del médico Fabio Useche, de Alfonso o “Ponchó” -mi condiscípulo, Q.E.P.D-, “Memo”, también médico; “La Nena” Sánchez, nuestra parienta, hermana de “La Roca” Sánchez, excelente futbolista -Selección Colombia-, y “La Nena” Danny Moreno, candidata a la Alcaldía de Quibdó -como para no discriminar-, que se unen al personaje de esta nota: “La Nena” o “La Seño Tere”, conocida así por sus cercanos, familiares y compañeras de actividades cívicas y políticas, tal es el caso de Edith Realpe Borja, su contemporánea, allegada y amiga, madre de mi señora, y Josefina Blandón Dueñas, hija del altísimo dirigente Ospina-Pastranista del Chocó y reconocido empresario del transporte, Don Jeremías Blandón Castro, a quien recuerdo con afecto por su especial amistad con mi padre, ellas, las dos personas a quienes consulté para este pequeño homenaje a la quibdoseña y franciscana Teresa Perea Mosquera.

Me decía Doña Edith, quien había llegado a vivir allí a la casa de Don Juan Bautista Mosquera -el abuelo-, donde nació “La seño Tere”, muy pequeña, con sus hermanos “Cucha”, David y Marco, este posteriormente casado con una hija de Don Fausto Mosquera, hermano de Manuel Mosquera Garcés, de allí la explicación del por qué en la famosa huelga del Carrasquilla de los 50, los estudiantes no pudieron sacar al Vicerrector Marcos Realpe, pues era notoria la afinidad con el gran Manuel Mosquera Garces, tío de su esposa, quien incidía como Senador o Ministro para esa época en los nombramientos de la educación; que había nacido de la unión de Julio Perea Quezada -dedicado al periodismo, editor y propietario del Periódico “El Día”, hermano de Danilo Perea, Ramón Emilio Perea entre otros-, con Carmen Mosquera Garcés, hermana también de Josefina Mosquera, Cándida -mamá de los Velasco (Imelda y “Juancho”), Luis Mosquera, ingeniero fallecido con toda la familia en un vuelo a Bahía Solano, Juan, que era el mayor y Eulalia, la mamá de Manuel Salge Mosquera. Integraron la familia Perea Mosquera además de “La Seño Tere”: Ulises, Guido, Zulma, Mariela y Eduardo el menor, radicado en Cali; cuenta pues Doña Edith que cree que una de las fundadoras del Barrio Niño Jesús fue “La Seño Tere”, porque a ellas les había tocado alfabetizar con los padres claretianos bajo las órdenes del Padre Basilio de Beovides a orillas del río Cabí, en territorio que poblaba la familia de “Los Santico”, beneficiarios de la labor alfabetizadora de los religiosos, quienes para la época crearon una escuela-caseta y capilla a quien el Presbiterio Beovides le puso el nombre de “Nuestra señora de Begoña”, entre otras alfabetizaban con “La Seño Tere”, “Cucha” Asprilla, la señora de “Oscu” y su hermana Bertha, Otilia Caicedo, mi profesora de primaria Saray Caicedo, esposa de “El Tigre”, Luis Carlos Mayo Córdoba, quien al final se quedó con la escuela nocturna.

Fue en su época “La Seño Tere” una innata líder cívica, como que con un grupo de reconocidas mujeres quibdoseñas organizaron la sociedad de mejoras públicas, de la cual fue su presidente, y desde donde se realizaron una serie de actividades tendientes a remodelar, mejorar y mantener los parques de la ciudad, entre ellos: El Manuel Mosquera o Infantil y el Centenario, como también ubicar en distintos sitios cestas para recoger las basuras, actividad que desapareció con el tiempo por la falta de cultura cívica y hasta de sentido de pertenencia de los quibdoseños. Su religiosidad la llevó también junto a varias “Fututas” yesquiteñas, entre las que se destacaban las hermanas Santos Gil: Antonia, Irene, Manuela y Matea, Leonor Ibarguen, Nubia Córdoba y Otilia Ledezma a emprender la construcción de la Capilla de Fátima, gracias a la donación del terreno que hicieran los esposos Manuel Salvador De la Torre y Rufina Guerrero, construcción a base de rifas, bingos y bailes peseteros que se hacían en el bailadero “Aires de mi tierra”, que quedó en la casa de Emeterio Ledezma; otra de los brigadas cívicas emprendidas por “La Nena” o “La Seño Tere” fue la apertura de la carrera 5a hasta la 20 , pues en una época esta solo llegaba hasta la 21, ebanistería de Danilo Salinas, incluso para llegar a la capilla había que meterse por “Pierde el día”, que eran predios de los De la Torre; recuerdan algunos yesquiteños como la amiga Marghot Arce, como fue de fundamental el apoyo de las volquetas de la Zona de Carreteras, donde prestaba sus servicios “El Topo”, uno de los miembros de la familia De la Torre, y de las mujeres yesquiteñas trayendo el material de playa pese a los agarrones con los leñadores, quienes se emberracaban cuando les decían “Come mogo”.

Es además, pese a los años vividos, una franciscana a carta cabal, su espíritu de servicio y modo de ser emana de la espiritualidad franciscana misma, de allí que fue varias veces Presidente de la Junta de su barrio La Yesquita y de la Junta Central, desde donde Impulsó reformas a los estatutos, e introdujo en la programación las Balsadas del 3 de septiembre, el silencio Franciscano, entre otros; dedicación que la llevaron a que se le impusiera la Tau de Oro, máxima condecoración que por méritos impone la Fundación Fiestas Franciscanas a quienes sobresalen por su franciscanismo.

En el sector público “La Seño Tere” ocupó varios cargos, como; secretaria en la Rama Judicial, en la educación, fue concejal de Quibdó, diputada y representante a la cámara, a donde llegó como suplente de Manuel Barcha Garcés, se puede decir que aún en la época dorada del Partido Conservador-Ospina-Pastranista del Chocó, siguiendo las ideas de su tío Manuel Mosquera Garcés y de la mano de su gran amigo, el patricio Conservador Jeremías Blandón, pasó por el congreso, de donde existe la anécdota que, para que su principal firmara la licencia para su ingreso y la llevara hasta la secretaria de la cámara fueron varias horas que duró empuñando un revólver que tenía en su bolso y siempre detrás del principal, hasta cuando la radicó. Anécdota sin confirmar, pero conociendo como conocimos al finado, nada de raro tiene que esto haya sucedido.

De su faceta política no podemos soslayar a quienes la acompañaron y ya han partido a mejor vida: Marina Arce, Yasmina Chaverra, María Digna Blandón, Julia Ampora Valencia y “La Negri”; y las que aún nos acompañan en la vida terrena: Merlyn Dunlap de casas, Nuria Valencia, Nuria Murillo, Sonia Estella Benítez, entre otras.

“La Seño Tere” dicen, nació el 18 de agosto de 1932, hace gala de los mismos valores que le inculcaron sus padres y complementó en el Colegio de la Presentación donde se preparó, y creo, sin lugar a equivocarme, por las charlas que he tenido con ella, que no hay una que ame tanto a La Yesquita, a San Francisco de Asís y a la ciudad de Quibdó.

PDTA: Estos amigos Cordobistas andan yo no sé cómo, como se creen los más estrategas, le han dado instrucciones a los periodistas amigos para que, cada semana saquen un candidato a la Gobernación: Primero fue a la Dra. Nubia Carolina, muy buena muchacha, y luego José Guido Mena, ambos candidatos de mi pariente el Gobernador; después tiraron a Yosimar, candidato de “El Bagre” y de la ex contralora, aunque ella me dijo que la sacara, que sus nuevas funciones no le permitían andar en esas cábalas, ahora aparece Winner Mosquera, dicen que del exparlamentario Nilton Córdoba, no lo pueden negar, andan en redes y de boca en boca, se ponen a calentar a esos muchachos, ¿y cómo hacen después?

Atentamente,

Odín Sánchez Montes de Oca

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