MANO PELE, CHUSPA AL SUELO » Cualquier tiempo pasado fue mejor». Por :Odín Sánchez Montes de Oca


Cada vez que veo en las redes sociales, revistas, periódicos o libros de historia de la región, la foto con que se recrea este escrito, evoco las mejores épocas, momentos y personajes que del Chocó he leído, he conocido o me han contado, recuerdos que me traen al presente a personajes como el Profesor de música en el Colegio Carrasquilla Abraham Rentería, a quien nuestra gracia juvenil para el entonces le decía «Abraham Corchea», y quien guitarra en mano nos deleitaba en clase de solfeo con la pieza musical de autor desconocido «los Chocologos», y que para este artículo la encontré en YouTube interpretada por “Chano y la Bandita”, en un LP titulado «Pa’l Bunde», vocalizada por Manuel Pino Cuesta, y cuya letra en aires de Chirimía dice:
«Hay Chocó, hay Chocó, hay Chocó la tórtola en su arrullo…
…Hay Chocó, hay Chocó, hay Chocó desde Nuquí hasta el Palmar…
…Y como ahora andan Adán, Diego y Demetrio empujando pa’ que vengan muchos sabios al Chocó…
…Llegan los químicos, genologos, geólogos, físicos y etiologos por carro y por avión…
…Hay Chocó, hay Chocó, hay Chocó, se oye en Togoromá…
Como pueden observar en la foto aparecen Adán Arriaga Andrade (1.907), Diego Luis Córdoba (1.907) y Demetrio Valdez Ortiz (1.909) -referidos en la pieza musical-, de los que se ha dicho dieron lustre en su época a la tierra que les vio nacer, y pertenecen a la generación dorada del Chocó, en la que enlistan unos años mayores a Eliseo Arango (1.900), Jorge y Reynaldo Valencia (1.890 y 1.895), Sergio Abadía Arango (1.895), Osias Lozano Quintana, Ricardo y Dionisio Echeverry Ferrer (1.900 y 1.901), Alfonso Meluk Salge (1.903), Ramon Mosquera Rivas (1.905), Daniel Valois Arce (1.910), Manuel Mosquera Garcés (1.907), Primo Guerrero Córdoba (1.911), Ramon Lozano Garcés (1.913), Aureliano Perea Aluma (1.915) -estos 4 últimos también en la foto-, y otros como Gabriel Meluk Aluma (1.908), Neftaly Mosquera Mosquera (1.916), Libia Abadía de Valencia (1.922), Daniel Palacios Martínez, entre otros, quienes también participaron en el categórico rechazo a la idea desmembradora de Rojas Pinilla.
Hemos leído a José E., Efraín Gaitán, Cesar Rivas, a Uribe Hermosillo y a Luis Fernando Gonzales, en investigaciones, escritos, ensayos, biografías, y todos coinciden, excepto en el tema de la departamentalización, que la mayoría, si no todos, estos personajes actuaron con grandeza y honradez, y concebían la política como el servicio y entrega en beneficio de la comunidad.
Muchos de ellos influenciaron en la política chocoana desde la segunda y tercera década del siglo XX hasta bien entrada la década de los sesenta ý setenta; tuve la fortuna de conocer y departir con algunos de ellos en el papel de niño adelantado («Come viejo»), o por curiosidad en épocas de Juventud o, como cuando los «3 Reyes magos», cómo les decían a Primo Guerrero Córdoba, Arnoldo Palacios y Carlos Calderón Mosquera plantearon una tercería, que por supuesto fracasó, porque un novelista de la talla del autor de las «Estrellas son negras», residenciado por lustros en Paris, un periodista del renombre nacional de Primo Guerrero, asentado en Caldas y en Bogotá, y un intelectual como Carlos Calderón Mosquera, no podían llegar de primas a primeras, de la noche a la mañana, por más importantes que fueran, a remplazar a los que jugando de local, convivían con las necesidades de la gente. Hablé mucho con ellos en la sala de «Mamá Queta», hermana de Primo, bisabuela de Malcolm Ali -exgobernador del Chocó-, y abuela de Jose Elías Córdoba Valencia y madre de doña Enriquetica Valencia de Córdoba.
También tuvimos los chocoanos la suerte y el honor, entre el Setenta y los 80 de contar con gobernadores de la estatura profesional, ética y moral de Andrés Rumie Mosquera y Arturo Ferrer Carrasco, el 1ro, todo un gentleman, un hombre de vestir y andar elegante, lo vi pasear por la carrera 7a. de Bogotá con sombrero y vestido de paño Inglés, abrigo y paraguas colgado del brazo, de buenas maneras o finos modales, tanto que calladito renunció para que ni sus colaboradores se enteraran el por qué. Solo duró 7 meses, no aguantó las vulgaridades, la hediondez y el fuerte olor del arroz con longaniza en las horas de la tarde. Era descendiente de » Rumie Hermanos», es decir que no tenía mal vicio.
El otro caso es el de Arturo Ferrer Carrasco, que vino al Chocó como gobernador encargado cuando el barco zozobraba entre febrero y agosto de 1986, y le imprimió -según contó «Mena Mena» (Alfredo Cujar), en alguna de sus columnas-, orden a las finanzas del departamento, impuso el corte de cuentas diario para ingresos y egresos, que después en el encargo por Ariel, quiso imitar Jefferson Mena. No hubo el más mínimo asomo de corrupción, pagó parte de la deuda que tenían con trabajadores y empleados, y dejó financiado 6 meses de pago a los jubilados.
En el interregno del 70 a nuestros días, hay personajes que como estos salvaron la papeleta, y por lo tanto uno no podría decir nada de mandatarios como Feliz Arenas, Heliumen, el mismo Wladimiro, Miguel Ángel Correa (La Bruja), el Dr. Esteban Caicedo, y de las damas, Luz Colombia, Dorila Perea y Eva Álvarez; pero hay otras de los que sí, libranos señor, que tendría uno que santiguarse con la mano izquierda, o decir con Abraham Dualiby: “Algunos han violado el Código Penal, desde el prólogo hasta el índice», sobre todo los que han fungido como alcaldes y gobernadores desde el.2.012 para acá, que fue cuando se putió esto, con el giro de las tal «regalías».
PDTA: ¡Carajo y la concha!, pues hay algunos haciendo fuerza para el archivo de casi 10.000 procesos disciplinarios por corrupción contra funcionarios elegidos, aplicando la figura de la prescripción o caducidad.

Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca

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